Reseña: Between the Buried and Me – Automata II

Between The Buried And Me, la ya mítica banda de metal progresivo formada en Carolina del Norte, sacaba el pasado 13 de julio la segunda parte de su último trabajo Automata (cuya reseña podéis leer aquí). Los norteamericanos parecen danzar en una evolución continua de su propio estilo; un estilo que ya tienen más que consolidado, siendo sus nuevos trabajos una joya más para escuchar y con la que no parar de deleitarse. Automata se conforma así como un trabajo dividido en dos partes cercanas a la media hora de duración cada una. El propio Tommy Rogers (vocalista y teclista) bromeaba en Twitter diciendo que este trabajo era una mezcla de los 6 anteriores (a partir de Alaska, cuando viraron su estilo hacia el progresivo definitivamente, mezclándolo con un death metal muy técnico), nombrándolo “The Colors of a Great Parallax and Silent Coma in Alaska”.

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El disco abre con The Proverbial Bellow, una suite de casi 15 minutos cargada de riffs «muy BTBAM» (coloridos, pegadizos, intensos). La intro del tema podría ser reconocida de entre el resto de bandas; esa forma de mover las canciones, pasar de la calma a la locura, la creatividad para conectar partes y, a fin de cuentas, ser un vértigo controlado, es marca Between The Buried And Me. La voz de Tommy Rogers, en cada disco más variada y con diferentes rangos, muestra una eclosión brutal, la más grande en mi opinión junto con el penúltimo trabajo de la banda Coma Ecliptic. Comienza la fase circense con Glide. BTBAM suelen innovar, de una forma u otra y a parte de en el propio estilo, con detallitos como este o con el de la siguiente canción: Voice of Trespass. Sinceramente, pensar en la mezcla «metal/swing», de normal, me haría arquear las cejas e imaginarme algo difícil de coger, pero no es problema para los de Carolina. Es difícil hacer un tema así de pegadizo, contundente y bien compuesto mezclando dos estilos que casi parecen chocar. La magia de la música. Me costó días sacarme de la cabeza la sección «we are hollow, condemned to the gallows» de pegadiza, bien tirada y por el mazazo a mis sentimientos que supuso. The Grid concluye el trabajo. Con un comienzo impecable que deriva a estrofas que nos recuerdan a una época de BTBAM quizá no tan elaborada en lo técnico, con un progresivo mucho más adaptable a todos los oídos, sin perder ni una pequeña parte de ese sonido que ya han conformado como suyo y que es inconfundible. Digno de mención el broche de oro al disco que ponen ambos guitarristas con un solo difícil de dejar pasar, cerrando la historia tanto de forma literal como emocional.


Si hay un grupo que no defraude, sin duda es este. Con el paso de los años y el transcurso de los discos, han ido forjando un sonido que se ha ido alejando de sus inicios de death metal técnico (y muy original también, por cierto, parece que la originalidad les corre por las venas a estos cinco) y ha derivado en un metal progresivo que no han tenido problema en mezclar con lo que les fuese saliendo, ya sea Jazz, determinadas técnicas de canto (Coma Ecliptic fue muestra de ello) o un rock progresivo mucho más calmado y fluido. El resultado siempre ha sido de 10. Mi más sincera enhorabuena a este grupo que ha sido mi favorito (dentro del metal) desde que los conocí. Sin duda serán eternos y crearán escuela.