Sult es de esos discos que calan. Sin que llegues a darte cuenta, sus absorbentes atmósferas van ganando terreno hasta que algo se acaba desprendiendo dentro de ti. Testigo y narrador de estos convulsos tiempos, Sult es también el desenlace creativo de un año plagado de tribulaciones para Kollapse, el trío responsable de este pequeño milagro.
La hipnótica – ¡y tortuosa! – fealdad de la portada es un buen avance de lo que se halla en el interior. Con un sludge enmarcado en sonidos post (post-hardcore, post-metal, post-rock), la música de Sult es la expresión de una rabia largamente contenida. Sus composiciones combinan asaltos a base de disonantes riffs y ritmos solemnes con pasajes atmosféricos en los que se puede palpar una tensión que no deja de acumularse. Es la angustia y la ansiedad, arrastrándose a los costados de un sonido que tiene una tendencia orgánica a la expansión. A falta de una articulación mejor, su recorrido sería algo parecido a esto: angustia, extenuación, melancolía, liberación.
Con este segundo disco, Kollapse recuerdan a una versión minimalista de Cult of Luna, sin arreglos tan progresivos ni pasajes tan inmensos o grandilocuentes. Bajo, batería y guitarra, formato austero donde los haya, aseguran toda la crudeza del hardcore punk en consonancia con un refinado gusto por lo cercano y lo evocador. De los urgentes zarpazos de Drift o Drukner a las progresiones melancólicas de Libido o Der Hvor Jeg Tænker Er Der Altid Mørkt, Sult es un paisaje emocional con profundo sentido. No puedo dejar de maravillarme con el bajo, un pulso omnipresente de trágicos tonos, que ejerce como contrapunto melancólico a las ásperas descargas de la guitarra. Dichas tonalidades, en las que subyace la tragedia, no hacen más que remitirme a Breach, pioneros del hardcore metálico darker than black metal cuya última (y aclamada) obra casualmente se titula… Kollapse.
Este es un álbum que bien podría formar parte de lo mejor del catálogo de la extinta Hydrahead Records, junto a bandas como Cable, Cavity, Keelhaul, Isis o Pelican. Tiene todo lo que hace especial a todas aquellas bandas. Si eres fan del hardcore, el sludge o todas las variables post-metal, no lo dudes, tienes que escuchar esto.
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