Las tierras riojanas nos traen el sexto trabajo de estudio de El cuarto verde, un grupo con una dilatada trayectoria desde que se fundaron en 2005.
Para quienes no les conozcan, El cuarto verde es un cuarteto formad por Odón a guitarra y voz, Deivis al bajo y coros, Miguel a la guitarra y coros y Rubén a la batería que fusionan sonidos del pop, el rock y el indie, haciendo que su música traspase etiquetas en un sonido único y especial.
Ondas de choque es un disco de 6 canciones con diversos matices que enganchan al oyente de grupos indies como Sidonie, Izal o Lori Meyers.
Grabado en La Bujía Records bajo las órdenes de Yon Vidaur, en apenas 25 minutos dan muestra de su amplio repertorio de sonidos e influencias
El disco arranca con potencia con La Bujía, un tema guitarrero cortesía de Miguel y Odón, donde el cuarteto pone de manifiesto que son carne de festival, uno de estos grupos que te animan el escenario a cualquier hora.
Más accesible con un rollo cercano a la escena indie española es Tourmalet, donde el bajo de Deivis juguetea en perfecta sincronía dando, con un final coreable en masa, se nota que esta banda es ambiciosa y que sabe cómo ganarse al público.
Un poco más suave comienza Salud, con ciertos aires de unos Sidonie en su época de El incendio, es un tema con grandes contrastes entre estrofas y estribillos y un potente solo de guitarra que aporta ese toque rockero para los amantes del género.
La vida pesa entra a golpe de riff cañero, con toda la banda abriéndose paso con contundencia, un tema fresco, donde Rubén carga con todo al mando de las baquetas, con interludios y cambios de ritmos que dan una organicidad a la canción de forma poco habitual.
También muy cañero es Tú tienes el reloj, nosotros el tiempo, un tema que bien podrían haber firmado Marc Ros y compañía, canalla y que aparece como una declaración de intenciones del cuarteto riojano con un final in crescendo que lleva a la catarsis.
Cierra el disco El caos dentro de un orden no es el caos con la colaboración especial de Antonio Arias de Lagartija Nick, el cierre más oscuro y crudo que podían dar a este disco. Se trata de una de las canciones más intensas de Ondas de choque, donde El cuarto verde saca lo mejor de ellos mismos para hacerte bailar y a la vez reflexionar sobre el status quo que te rodea.
Con una dilatada carrera, no es de extrañar que El cuarto verde sorprenda con un disco lleno de grandes canciones y aromas de festivales como Sonorama o el Gigante, ojalá el tiempo les dé el lugar en la escena que merecen.