Desde Reno, Nevada, nos llega el nuevo disco, publicado en agosto, de estos cuatro chicos que se definen como DIY. Componen, producen, graban y mezclan ellos solitos de forma independiente algo que suena entre punk, thrash, el death, vamos con los diez temas.
Las transiciones melódicas del tema que abre Murder In The First Degree están posiblemente aclimatadas a su lugar de origen, la voz ya puede sonar más habitual de otras latitudes, de Another Tomorrow llama más la atención la perspectiva melòdica inicial, total agresividad para la voz coagulada entre bases pesadas.
Me sorprende la progresión a War Is The Answer, que parece más una canción más de entreno militar, hasta que la voz vuelve por sus fueros de más allá del inframundo con ese bajo reluciendo en el resto de espesa oscuridad. Me hacen dudar de la razón de su retórica.
Este disco va a ser todo menos monótono, el tema que da nombre al trabajo, Murder In The First Degree, en melodías es heavy màs que death, la voz fluctúa entre ese personal gutural sonido y los coros cerrados en graves, la luz la pone el entrecortado riff.
Raspan como cuchillas las cuerdas de la guitarra en Meltdown, un tema de patronaje thrash vestido con los coros ambientados en texturas espesas, me recuerdan a los Sepultura de hace años.
Primitivos sonidos acucian a los no acostumbrados oídos al hacer de Steel Casket, seguimos con coros que me traen a la mente a Sepultura, a pesar de los guturales de rasposo estándar que adornan todo el disco, de nuevo se abre un claro entre los nubarrones para dejar paso al solo y al dibujo posterior de Annihilate.
Meten algo de acústica para crear un aura severamente hipnótica que poco prevalece en Wake The Dead, la poco ortodoxa voz no afecta al ejercicio de rabia instrumental de la parte media del tema
Conjuros hechos imágenes se me vienen a la mente en Revenant Feast, no os voy a engañar disfrutar de las partes instrumentales es sencillo, luego llega la vorágine oscura a las voces, a cual más condensada. El solo más rápido del disco ha caído en este tema que casi parece no querer terminar.
Dos partes y dos temas para este incoherente título, sobrada de personalidad van One Last Ride 1 y 2, la primera màs clásica dentro del estilo thrash que repliega todo el disco, la segunda se atreve con recitados susurros, guitarras flotando sobre una base más heavy y el efecto perturbador final para enlazar con el tema de cierre Empty que básicamente es un estruendo instrumental con una guitarra pidiendo auxilio a gritos.
Ronan Sua, Spencer Leighton, Seth Mathews y Ben Smith se han montado para esta sentencia tan claramente elaborada un álbum que no te va a dejar indiferente. Como lógica progresión a su EP Out For Blood publicado el,pasado año, es verídica, de gusto por el riesgo y originalidad no van cortos.