Rock Believer – The King of riffs is back in town
Somos tan creyentes, en el rock, cómo mayores. A estas alturas de su carrera criticarlos es tan cómodo como desagradecido, la historia habla por sí sola, ni ellos, ni nadie, podrían soportar el alto nivel de los clásicos por todos conocidos, que para serlo, han tenido que pasar por mucho.
Tampoco los cambios de tiempos son culpables, simplemente son nuevos temas a disfrutar por los asiduos de la banda y si alguna alma que no los conocía se une, perfecto. El debate de si este disco era necesario o no, ya el tiempo lo dirá, recordemos también lo efímero de todo hoy en día con tanta inmediatez. No creo que necesiten excusas ni justificaciones para sacar un nuevo álbum.
Innegable es que la voz de Klaus Meine, de momento en estudio, está como para no callarse nunca. Las afiladas hachas de Rudolf Schneker tampoco parecen sufrir el paso del tiempo, al otro lado Matthias Jabs sigue siendo el mejor escudero. Positiva es la aportación de Mikkey Dee aportando nueva y feroz energía a la base rítmica, en la parte musical, con esa aura ruda y seca, han perdido notoriedad mediática seguro, nadie dará los momentazos de Kottak.
Rock Believer
Trabajo largo, con cinco temas extras, que al afrontarlo da un poco de respeto, quién escucha hoy discos enteros, con lo accesibles que son los temas sueltos. Pero si a los veinte minutos ya estoy pensando en ir a un concierto, a pesar del agridulce sabor de boca que me dejó el último, por mi parte, han cumplido. Lo que más me inquieta y pone mis nervios en alerta de forma negativa es la portada, en pos de la música, eso es un más.
Ellos mismos en la canción que da nombre al álbum Rock Believer, hablan de fe, ay ese fraseo a qué nos recuerda, y ese estribillo melódico y adictivo, una de mis favoritas. A esto le pones un video chulo y redifusión a tope en el canal que estamos pensando y otra cosa hubiera sido, ahí lo dejo.
Con el tanque lleno, Gas in the Tank, que frívolo y lujoso suena hoy eso, abren a lo suyo, parece una fiesta de fuegos artificiales para celebrar esta nueva obra. Seguros con pequeños despuntes tanto de voz como de fraseos, si no es mi riff top, poco le falta.
Tres cortes son los más cañeros a priori. Gamberra, descarada y echando un poco de menos más presencia de batería, pero dejando constancia de que el bueno de Mikkey ha venido para darle bien a sus baquetas así es Roots in my Boots va enfilada hasta ganarme.
Junto a Knock ´em Dead, con la que no han llegado a dejarme ko pero a los puntos por el estribillo si es ganadora, destacando a un Klaus interpretativo a tope. Hot and Cold se me ha quedado a la primera, algo tendrá, que en mi cabeza ya hay mucho metido como para memorizar algo nuevo que no merezca la pena.
Shining of Your Soul confirma que el tándem compositivo de Klaus y Rudolf sigue en modo optimista, con esos ritmos medio reggae que hacen que sea casi un medio tiempo. Ese mismo rollo templanza de voz lleva Call of the Wild que da al término medio tiempo un alterado sentido por su brillo eléctrico y alimentado.
Que Seventh Sun con esa base machacona, esas pesadas estrofas y esas secuencias recuerda a The Zoo, pues claro, es el estilo de la formación y les sale innato, solo me faltaba que sonara a reguetón, ahí si saltaría con todo. Acelerón que perdemos fuelle parece clamar When I Laid my Bones to Rest con la melodía guitarrera persiguiendo de cerca pero por detrás a la voz, que explosividad de solo.
Sin querer, o eso espero porque si no sería para estudiarlo, Peacemaker lo mismo se convierte en un himno, dados los horribles momentos que estamos viviendo y la carga emocional de la letra perfectamente acompañada pero sin agobiar por el resto de los músicos. Recordemos que ya pusieron su parte histórica con Winds of Change.
Claro que no hay un Still Lovin You, cierto, esa ya la hicieron antes, y si repiten, criticaríamos igual. Lo que sí que no entra a debate es lo pedazo músicos que siguen siendo pero de When You Know (Where You Come From) no se puede decir que sea plana y aburrida como para dejar indiferente con ese jueguecito de notas que se trae mister Schenker.
¿Te has quedado con ganas de más? Toma cinco temas extra
Los cinco temas extras tienen lo suyo por separado. El candencioso ritmo de Shoot for your Heart y los coros vocales me fluyen por las venas en la dirección correcta. La constante melodía de When Tomorrow Comes y esa voz casi en off, despejan cualquier duda sobre darle cancha a los extras, percibo el buen rollo grabando esto sin esfuerzo. Unleash the Beast es un mix de cosas imprevisible que suena a cualquier cosa menos a relleno. Solo Crossing Borders si se queda a mitad de algo, tanto en cuanto a estribillo, como a despunte guitarrero y me da un poco de rabia porque es el tema que Matthias Jabs tenía para lucirse. La versión acústica de When you Know es un plus de regalo para agradecer, que bien se les da este rollo, que placer esa guitarra acústica, me sobran hasta los arreglos de segundas voces, la prefiero en cruda.
Scorpions fueron, por «pastelones» en un primer momento y por bárbaros de segundas, en uno de los primeros grupos en ser mis favoritos cuando empecé con esto del rock. Hemos tenido nuestros más y nuestros menos con esas giras de despedida, pero aquí seguimos, el disco, enterito ya está en pendrive subido en el coche. Vosotros os lo perderéis si no le dais una oportunidad. Al final, seguro que nos vemos a la salida de algún concierto.
Su próxima visita a España
Recordamos que el grupo estará el próximo 25 de junio en Cartagena (Murcia) dentro de la programación del festival Rock Imperium, con grupos de la talla de Whitesnake, Jinjer, Lacuna Coil, Pain of Salvation, Leprous…
