Mujeres en la industria musical: Nat Enemede fotógrafa

CREO QUE LAS MUJERES NECESITAN CUMPLIR MÁS ‘REQUISITOS’ PARA ACCEDER A ESA PRIMERA OPORTUNIDAD.

En el panorama musical español no solo hay grandes músicas si no muchas otras artistas que a pesar de no ser tan visibles juegan un gran papel. Hoy vamos a hablar con Nat Enemede una conocida fotógrafa de bandas que ha trabajado con artistas como Diva Satánica o Clau Violette.


 

¡Hola! Muchas gracias por dedicarnos tu tiempo. Antes de nada, me gustaría que nos contaras ¿Cómo han sido tus inicios en la industria musical? ¿De dónde nació el interés por este sector?

¡Hola! Muchísimas gracias por contar conmigo, es un placer!
Mis inicios y el interés surgió de manera natural, ya que soy una persona melómana y, desde mucho antes de dedicarme a esto, los conciertos y todo lo musical eran una parte fundamental en mi vida. Poco a poco encontré el camino profesional en la música a través de la cámara.

Cada vez podemos ver más la presencia de mujeres en carteles de festivales y otros eventos, pero aun así sigue predominando la presencia masculina en este ámbito ¿A qué crees que se debe?¿Qué medidas piensas que deberían tomarse para ayudar a que esta situación cambie?

Es innegable que vivimos en una sociedad machista. Aunque se ha avanzado en muchas cosas, es cierto que queda un larguísimo camino por recorrer.
Debería de cambiar la sociedad entera, porque al final es una cadena de pensamientos y actitudes que desembocan en todo, incluida la música.
Y eso se ve en que, por ejemplo, muchas veces la mujer es validada según su físico, y si no entras en ciertos cánones, es probable que no te den la oportunidad de ver tu talento.
Creo que las mujeres necesitan cumplir más ‘requisitos’ para acceder a esa primera oportunidad.

Y creo, sin duda, que el cambio está no solo en el conjunto de la sociedad, sino en cada uno de manera individual. Todos nos hemos criado en una sociedad machista, pero en nuestra mano y voz está reconocer esas actitudes incorrectas y, no solo cambiarlas, sino hacérselas ver al resto.

¿Cuáles son las principales diferencias que encontraste a la hora de introducirte en el mundo musical siendo mujer?

Al principio yo no era consciente, no veía diferencia. Pero definitivamente cuando en los fosos la mayoría son hombres y los fotógrafos más reconocidos lo son también, te das cuenta que no puede ser casualidad.

Quizá la primera diferencia que noté es que al entrar en un foso para fotografiar un concierto, recibía miradas de arriba abajo que no he visto a los hombres.

¿Ves un crecimiento de presencia de miembros femeninos en esta industria en los últimos años? ¿En que ves que ha cambiado?

Si, desde luego que la hay. Además a todos los niveles; como artistas en si pero también como técnicas o management.

¿Por qué mujeres te sientes inspirada? ¿Hay alguna con la que te hiciera especial ilusión trabajar?

He tenido la suerte de trabajar con muchas mujeres que son pura inspiración. No solo por el talento que tienen, sino por ser fuertes y por tener que lidiar en un sector rodeadas por hombres.

Mujeres como Kobra Paige, Elize Ryd, Diva Satánica, Clau Violette, Noora Louhimo o Monty Peiró (entre muchísimas otras), son símbolo de fortaleza y arte.

 

¿Cuáles son los referentes que ves dentro del sector que sirven como referencia para nuevas generaciones?

Es complicado nombrar a todas, ya que creo que hay muchísimas mujeres que demuestran cada día que son más que una cara bonita. Como he comentado antes, he tenido el placer de trabajar con muchas, y todas ellas son realmente increíbles.

Pero por salirme de mi entorno, una mujer referente para mí es, sin duda, Lady Gaga.

Siendo mujer siempre se juzga más la apariencia física algo que en los hombres parece no ser tan relevante ¿Te ha influido el aspecto físico en algún sentido a la hora de trabajar en este sector?

Si, claro. Como os decía antes, miradas peculiares al entrar en un foso, o comentarios sobre la ropa o mi escote.

Pero no solo respecto a mí. A veces las propias discográficas son las que exigen que ‘ella salga guapa’. Afortunadamente, la mayoría de mujeres con las que he trabajado salen como ellas quieren.

 

¿Hay alguna situación que hayas vivido en esta industria por ser mujer que te haya marcado?

No dejo que ese tipo de cosas me marquen como tal, pero me enfadan un poco. Cosas como dar por hecho que soy un hombre si solo he hablado de trabajo por email, ir a hacer una sesión y que hablen con mi asistente hombre en lugar de dirigirse a mí, comentarios muy poco oportunos que me hicieron cancelar algún trabajo…

Son detalles muy feos. Pero sé claramente que el problema lo tienen esas personas por pensar y actuar así.

¿Pensáis que en este sector prevalece la sororidad ante la envidia o al contrario?

El sector de la fotografía es muy competitivo. Hay compañerismo, pero verdadero muy poco, por lo que no sé si sería suficiente para valorar si hay sororidad. Dentro de ese compañerismo real si es cierto que cuando es entre mujeres, es mucho más fuerte, ya que sabemos que contamos con ese lastre de ser mujer.

En esta situación que estamos viviendo otros sectores están siendo menos afectados que el de la cultura ¿Cómo lo estáis viviendo?

Pues realmente mal. Esto está siendo una pesadilla. Intentamos seguir adelante porque la cultura mueve el mundo, pero nos lo ponen muy difícil. Ya de por si es un sector en el que se lucha día a día, pero esta situación está haciendo que muchas personas cierren su camino artístico porque está siendo insostenible.

Aún así seguimos adelante porque nos pesa demasiado el amor que sentimos por lo que hacemos y porque, aunque los gobiernos no lo piensen, nosotros sabemos que somos un sector fundamental para la sociedad.

Para ir finalizando, ¿Os gustaría dejar algún mensaje a los lectores de Rock Culture?

Consumid cultura. Es hora de devolver todo lo que el arte nos ha dado siempre. Es momento de apoyar a todos los artistas: músicos, fotógrafos, diseñadores, ilustradores, escultores, pintores, etc. Solo con dar feedback en las redes sociales se apoya muchísimo.

Y especialmente gracias a Rock Culture por concederme un hueco en su espacio. Estos gestos son más importantes de lo que imagináis.

Mucha fuerza a todos. ¡Nunca dejéis de bailar!