Screamin’ Cheetah Wheelies + The Steepwater Band Sala La Paqui (Madrid)

A menudo denominar un momento,situación o período como histórico puede entrar dentro de la subjetividad del individuo y no necesariam ente de un colectivo o grupo de personas.

Creo que por lo sucedido el pasado jueves 30 de Noviembre en madrileña sala La Paqui podemos hablar de Noche Histórica que quedará para siempre grabada en nuestras mentes y de la inmensa mayoría que tuvieron la suerte de estar allí.

Se presentaban en un doble cartel por un lado The Steepwater Band que ya se han convertido en unos asiduos de los circuitos de salas por todo el país y que para caldear el ambiente vinieron como anillo al dedo. Desafortunadamente no pudimos ver nada más que el final de su show (el caos en el transporte en la capital de España con un día de lluvia no tiene nombre) pero en una sala que ya estaba completamente repleta y que días antes había colgado el cartel de «No hay Billetes» la gente disfrutó plenamente de la propuesta de los de Chicago.

Hablar de Screamin’Cheetah Wheelies es hacerlo de una banda de culto considerada por muchos una rara avis dentro de la música de los 90. Surgieron en Nashville (Tennesee) justo al comienzo de esa década donde el denominado Grunge había puesto patas arriba el mundo musical en Estados Unidos y practicamente el resto del planeta.

Fotos: Miguel Capelli

En sus comienzos se les metió en el saco de bandas de Rock Sureño e incluso se les comparó a los exitosos Black Crowes de los hermanos Robinson. El caso es que grabaron tres álbumes de estudio de brillante factura destacando el segundo de ellos llamado Magnolia, el cual reúne una colección de canciones completamente increíble que puede mirar a los ojos a cualquier gran disco del género.

Una sola actuación en nuestro país que quedó grabada en la mente de aquellos que pudieron asistir a la misma en el Azkena Rock Festival de 2004. Tras aquello la banda se separó y las adicciones de su vocalista Mike Farris fueron el detonante de la ruptura y disolución de los Wheelies.

Fotos: Miguel Capelli

Años más tarde un Farris completamente limpio de sus antiguos vicios y refugiado en la espiritualidad y la religión saltó de nuevo a la palestra con varios álbumes de Soul, Blues y Gospel que incluso le hicieron ser galardonado con un premio Grammy de la música. Ha sido un asiduo de visitar nuestro país en este formato en solitario y lo hemos podido disfrutar en numerosas ocasiones.

El pasado Abril de 2022 la banda anunció una serie de conciertos por Estados Unidos en fechas muy señaladas para un tour denominado The Long Goodbye 1991-2022. La posibilidad de verlos por estas tierras era solo una fantasía para muchos de sus fans pero gracias a gente comprometida con la música como las productoras The Mad Note Co. y Funhouse Producciones eso se convirtió en un hecho confirmando una gira española con cuatro actuaciones exclusivas haciendo sold-out en tres de ellas.

Fotos: Miguel Capelli

Con una puntualidad casi británica y con una sala llena a rebosar los Wheelies encabezados por Farris saltaron al escenario aclamados desde el principio por una sonora ovación. Los primeros compases de Boogie King nos hicieron presagiar que íbamos a ver algo grandioso. Bastante buen sonido desde nuestra posición cerca de la mesa de control y una banda que empezó a soltar una perla tras otra de su discografía. Fabulosas Shakin’The Blues, I Dreamed (primera joya de Magnolia del que tocaron nada más y nada menos que ocho canciones), Good Time, More Than I Can Take o la eterna Gypsy Lullaby.

Vimos un Farris arrollador con todo su arsenal personal compuesto de guitarra, armónica y una voz fuera de concurso y discusión. Muy bien arropado por toda la banda con un Terry Thomas a la batería que hizo que todo sonase como un reloj de precisión. La energía que Farris desprende en escena arrastra con todo lo que tiene alrededor y su conexión con el público fue una constante de todo el show. Tuvimos momentos clásicos Jam de la banda con improvisaciones de voz y guitarra donde Farris se mueve como pez en el agua.

Fotos: Miguel Capelli

En mi opinión el momento más sublime de todo el concierto fue con la interpretación consecutiva de dos maravillas sonoras como Magnolia y la emocionatísima Father Speaks. Coreadas por una audiencia completamente en éxtasis y dejando en nuestras retinas momentos inolvidables.

Con This Is The Time se vivieron momentos épicos de una sala cantando al unísono el tema dando paso a Majestic y la traca final con Backwood Travelin´ y Ride The Tide.

Fotos: Miguel Capelli

Tras más de dos horas en el escenario regresaron para regalarnos One Big Drop Of Water y la joya de la corona Hello From Venus donde pusieron broche a una noche que ya dijimos al principio completamente histórica.

Fotos: Miguel Capelli

Los rostros de la gente rebosantes de alegría,sonrisas y felicidad al final de show fueron signo inequívoco de que esta vivencia difícilmente se podrá olvidar.

Gracias a los Wheelies por tanto y a los que hicieron posible que lo viviéramos.

Fotos: Miguel Capelli