Los finlandeses Battle Beast, se han hecho de rogar, pero el circo ha llegado a nuestro país
La gira The Circus Is Coming To Town al fin ha pasado por aquí, era tan extraño que los finlandeses se olvidaran de nosotros, la espera ha merecido la pena.
La tormenta exterior previa al concierto fue el presagio de lo que iba a suceder dentro de la sala poco después. Un show de Battle Beast si eres fan ya lo sabes, es una terapia precisa, para cuello, garganta y sobre todo alma.Muchas cervezas alrededor de la batería, eran las nueve en punto de la noche y la intro empezó a sonar y Janne, Eero, Juuso, Pyry y Joona irrumpieron en el escenario y el show llegaba a nuestra ciudad.Noora, su voz es el resultado de la reencarnación de una dragona y un unicornio, sigue manteniendo esos tonos bestiales y brutales, que ponen carne de gallina por aguerridos y sensuales a partes iguales. La banda, compenetrada como siempre, van engranados a la perfección y eso se nota en los resultados sobre el escenario, todo fluye como si fuera sencilloLos temas, muchos del nuevo disco, Circus Of Doom que para eso nos lo estaban presentando mezclados con los trallazos de Bringer of Pain, no son tontos y saben lo que nos mueve en directo. Una pena que poco a poco vayan cayendo clásicos, echamos de menos Black Ninja.Abrir con Circus of Doom es algo claro, muy representativo, a lo espectáculo circense total. Cerrar con Beyond the Burning Skies, perfecto, esa tralla para dejar las sensaciones en todo lo alto y con ganas de volver a empezar.Straight To Your Heart es perfecta para encender los ánimos, tampoco es que el público que abarrotaba la sala Mon necesitará mucho para volverse loco, aquello era una auténtica sauna, los finlandeses vinieron a demostrar que seguían siendo ellos en estado puro. Familiar Hell y su ritmo muy Battle Beast enajenó del todo a los fans entregados.Armageddon y Place That We Call Home dieron presencia y consistencia a su nuevo disco, la respuesta, total, ellos encantados de ver como se coreaba el nombre de la banda sin parar entre tema y tema, nos devolvían el cariño haciendo el gesto del corazón con sus manos No More Hollywood Endings y Eden se colaron entre medias de los dos discos protagonistas de la velada, son tan teatrales que Noora y su estilazo se prestan para este tipo de temas rimbombantes y espléndidos.Eye Of The Storm es muy de directo y así quedó demostrado al ejecutarla, que vozarrón tiene la dulce y potente Noora, es una diva escénica, que pequeño se la queda un escenario normal. Tras este tema, tuvimos una sorpresa especial, Eero, bajista de la banda se hizo con los mandos del micro y en un aceptable castellano nos cantó la versión de Disney de Un mundo ideal, de la banda sonora de Aladdin, una preciosidad.En Where Angels Fear To Fly nos empujaron a corear la melodía, no lo hicimos nada mal a juzgar por sus caras de gozo, nos prepararon el típico pique entre Madrid y Barcelona, dado que la noche anterior habían tocado allí y salimos airosos del tema.Eero de nuevo al micro nos confesó que España, en todas sus giras es el momento álgido porque estamos locos. Noora reforzó esa idea preguntando si a pesar de ser martes teníamos ganas de más.Llegaba otro de los momentos sorpresa del show, Janne cogió una botella de ginebra, Juuso unas botellitas de tónica y a pie de escenario nos prepararon unas copas que repartieron entre los afortunados, brindamos y a seguir. Bringer Of Pain fue de los temas más potentes de la actuación, había que echar el resto. La presentación de la banda fue en Russian Roulette y tras un Eden alargado abandonaron el escenario entre nuestros gritos.Volvieron en nada Jonna y Jaane los primeros, a marcarse un solo y el clásico momento en el que el teclista se funde una Mahou de un trago y sin respirar, mítico. Era el turno de Master Of Illusion, Noora nos pidió que escupiéramos nuestros pulmones, a sus ordenes diva del metal. Su set list es previsible y sabíamos que era el turno de King For A Day. El final, de trueno y de traca, Beyond The Burning Skies, el suelo retumbaba, las cabezas se desencajaban y la poca voz que quedaba en nuestras gargantas se apuraba.Show corto pero intenso, mucho, el sonido impecable, casi me atrevo a decir que ha sido uno de los mejores conciertos de la banda en Madrid, la magia y la brutalidad y la ternura que Noora desborda es algo singular, ahora me quedo con las ganas de gozarlos en festivales, que esto es para repetir pronto.