Cualquiera diría que la noche del último día de agosto era un jueves y la mayoría de los que nos habíamos reunido en el espectacular recinto ferial que Mislata había montado para sus fiestas patronales y populares trabajábamos a la mañana siguiente.
Lo primero en lo que me fijé al llegar al recinto fue en el grandísimo escenario que había en la parte central y ante el que no había demasiada gente por el momento ya que se encontraban en su mayoría cenando en los food truks que había a su alrededor. Por poco tiempo ya que éramos muchos los que teníamos muchas ganas de este concierto previo a la próxima pausa de la banda que dará paso a la continuación de sus proyectos personales.

Con una puntualidad que poco se ve últimamente a las 23:30 los M clan saltaban al escenario de Mislata arrolladores con su Grupos americanos, una de las pocas canciones de su último disco Delta que pudimos escuchar y con la que dieron un poco de tiempo al público para calentar para lo que venía. Casi sin pausa y con los saludos de Carlos Tarque incluidos a todos los conocidos que iba viendo entre la masa, arrancaron con clásicos como Calle sin luz, Para no ver el final y la más que coreada Llamando a la tierra que, seguidas de Souvenir y Perdido en la ciudad formaban un primer bloque de guitarras, bailes y mucho ritmo.

Con Me estás atrapando otra vez tuvimos una pequeña pausa en la descarga de energía y disfrutamos de este tributo a Los Rodríguez que la banda ha hecho ya tan suyo y en el que Carlos brilla con la luz propia que le ha hecho consolidarse a lo largo de los años como uno de los mejores vocalistas del rock español.

La sorpresa llegó con Volando alto de su disco Un buen momento de 1995 con la que todos volvimos muchos años atrás donde los M clan arrancaban sin saber que iban a convertirse en la banda favorita de tanta gente y uno de esos grupos a los que, por muchas veces que hayas visto, no te cansas de volver a escuchar.

Llegaban los primeros acordes de Roto por dentro a la que siguieron Usar y tirar con una breve presentación de la banda y Miedo donde Prisco acompañó como siempre a las guitarras a Ricardo Ruiperez que brilló con luz propia.

Casi sin darnos cuenta estábamos llegando al final del concierto y mientras arrancaba Las calles están ardiendo, Carlos Tarque hacía referencia al último asesinato por violencia machista hasta el momento había tenido lugar en la comunidad, teniendo un momento para recordar a todas las mujeres asesinadas y dejando claro que los M clan están en contra de todos aquellos que niegan este problema de la sociedad.

Tras Chilaba y Cachimba llegaba la primera despedida y la banda bajaba del escenario para hacer un pequeño break ante la insistencia del público para que volvieran.

Dicho y hecho. Con Quédate a dormir volvieron a hacer bailar a todo un recinto que no tenía ningunas ganas de que la noche acabara y que se vino más arriba todavía cuando, con la versión del Maggie May de Rod Stewart que nos ha hecho olvidar la canción original, Carlos Tarque decidió saltar al público para compartir con ellos este tema.

Tras un pequeño amago de terminar el concierto el murmullo de peticiones se convirtió en un cántico común que dejaba claro que no podían marcharse sin cantarnos Carolina una vez más y con la que, seguida de su Concierto Salvaje ponían fin al que efectivamente había sido tal.

Sin duda fue una noche que nos dejó con muchas ganas de más y con un pequeño nudo en el estómago por la pausa que, después de los tres años de esta gira En petit comité, dará paso de nuevo, que sepamos, al proyecto personal de Tarque del que ya se encuentra disponible el adelanto He vuelto para veros arder y del que tenemos muchas ganas de escuchar mas cosas aunque ojalá nunca dejen de volver a ser M clan.