Los festivales simultáneos Rock am Ring y Rock in Park vuelven después de dos años del parón del covid. Los altos y bajos en el line up no fueron de ningún impedimento para conmemorar una de sus ediciones más significativas.
Nuestra travesía nos llevaría directamente al clásico Rock am Ring vigente desde 1985 y con un sold out con 90.000 asistentes –una locura-. A pesar de los inconvenientes para llegar a Koblenz, un poco por las obras de los trenes en Alemania que provoco ese viernes retrasos hasta de 3 horas, Muchos nos quedamos parados en nuestros respectivos puntos de encuentro sin saber qué hacer, pero finalmente el shuttle bus nos introduciría en los alejados círculos de Nürburg.
SPIRITBOX
Una de las bandas que más tenía fichadas de ver era SPIRITBOX con toda la fuerza de su Eternal Blue, uno de los álbumes top que nos dejó el 2021. Puntuales desde el ORBIT STAGE una gran parte de la gente se descartó de Maneskin para esperar a los originarios de Canadá. El escueto setlist de ocho canciones se centró plenamente en su nuevo trabajo, pegándonos fuerte con Circle With Me, Hurt You y Yellowjacket.
Courtney LePlante y compañía nos daría una clase magistral de como encender a la gente e introducir su sonido tan particular en un festi tan variado. Pasando drásticamente a lo suave con su nuevo single Blessed Be. El mosh con Holy Roller totalmente esperado se dio casi de forma natural y simultánea, ocupando gran parte de la pista. Para cerrar nos regalarían Blue Eternal, muchos con ilusión de poder probar una tajada más de Spiritbox en vivo. Sin lugar a dudas uno de los grupos relativamente nuevos que crecen a pasos agigantados.
THE MURDER CAPITAL
Una de las cosas maravillosas de estos festivales es descubrir nueva música, así que no nos movimos del Orbit Stage para esperar a The Muder Capital. A pesar de la poca afluencia de público por lo desconocido de su nombre y la gente aguardando espacio para The Offspring los originarios de Dublín nos ofrecieron post-punk nostálgico del undeground. Desde arriba del escenario las sonrisas de todos los integrantes era inmensa y poco a poco fueron conquistando a su público aquella tarde en Alemania. Bailes con Don’t Cling To Life junto al vocalista James McGovern desde la pista animando, quedándose casi de punto figo un par de canciones.
The Murder Capital rescata la esencia de las antiguas bandas de UK que bailamos en los discos subterráneas durante tanto tiempo. Atraen a la nostalgia buena y eterna que siempre es bienvenida en vivo.
THE OFFSPRING
Un poco corriendo para pillar algo de The Offspring desde el Utopia Stage del Rock am Ring. Obviamente rememorando sus grandes canciones como You’re so Far, Kid o The Kids Aren’t Right. Inmóviles detrás de sus instrumentos hacían girar los pit sin ayuda alguna. El arrastre de Dexter Holland, la voz característica del pop punk de los 90’ sigue haciendo estragos en todos casi 40 años desde su primer disco. Una banda clásica al igual que Bad Religion, mantienen sus raíces intactas y una historia detrás demostradísimo con los primeros acordes de Pretty Fly Y Come Out and Play.
Los entusiastas que apartaban el espacio para Green Day les cayeron de anillo al dedo la salida de los Offspring y su cartera de éxitos.
CALIBAN
Jugando en casa se presentaría los icónicos CALIBAN a destruir el Orbit Stage. A un par de meses de la salida nueva placa Dystopia, estrenado el pasado Abril vía Century Media, las expectativas eran grandes. Sobre todo a los que querían su dosis de metalcore nacional. Los originarios de Essen nos hicieron un repaso de su carrera en diez canciones, donde lo nuevo y lo viejo colisionaba de forma espontánea. Abriendo con Dein R3.ich, para darle paso a la fuerza de Paralyzed, donde los años no pasan en vano.
Desde los inicios de Caliban han ido evolucionando y puliendo su estilo al igual que Heaven Shall Burn. Sobreponiendo ideas sin dejar de lado el matiz tan distintivo de tantas bandas iguales en el mercado. El juego vendría incluido también con el cover de Rammstein Sonne, un acierto indiscutido. Lo nuevo que trae Caliban a nuestra mesa es sumamente recomendado y si tenéis la oportunidad de verlos en vivo este verano, os ruego los fichéis.
GREEN DAY
Rápidamente nos trasladamos con la masa a esperar a quieres serian el plato fuerte del Main Stage: GREEN DAY. Todo lo que es vivir de las viejas glorias, sin discos nuevos y sin actividad por culpa de la pandemia, esta fue la revancha de este trío inigualable.
Yo sinceramente, sin haber visto nunca a Green Day en vivo me quede helada con el inicio de American Idiot y la vuelta de memoria que me llevo directo al 2004. El mismo año donde yo descubría la existencia del Rock Am Ring y lo veneraría como un sueño inalcanzable.
Entre la nostalgia y el tremendo espectáculo que nos brindaban los originarios de California, nos sacarían de la manga Holiday y Know Your Enemy. Esta última, como es de costumbre Billy Joe invita a un fan a subirse al escenario a cantar el coro junto a él.
La gente plantada en el escenario principal sabían a lo que venían: una fiesta descontrolada, pit por todos lados y 90.000 almas saltando desde cada rincón del legendario festival. Lejana vendría Boulevad of Broken Dreams, quizás, unas de las más coreadas de la noche junto al cover de Rock and Roll All Nite.
La infaltable St. Jimmy” no dejaría a nadie en su sitio y se apegaría a When I Come Around, otro de los clásicos noventeros. Una introducción de la banda nos llevaría al segundo cover de la noche, esta vez, Billy invita a otro fans al escenario. Esta vez, pide que pueda tocar los tres acordes de Knowledge junto a él. La chica elegida se llevaría una de las mejores experiencias meet and greet de su vida, además, de la guitarra que utilizo esa noche –envidia… si-.
Los clásicos no pararían con Basket Case, She y Wake Me Up When September Ends, repleta de luces de los móviles iluminando la pista de Nürburg. Los 9 minutos de Jesus of Suburbia nos predecían que el fin se acercaba, pero sin antes disfrutar el tema más extenso he esperado por todos.
La vuelta de los Green Day vendría de la mano de Good Riddance, una despedida a lo grande, con toda la pirotecnia incluida y el papel picado volando por todos lados. Seguramente la clave de la eterna juventud de Billy Joe, Tré Cool y Mike es alimentarse del alma del recambio de fanáticos. Esos que nacieron a la par con el Dookie o los que llegaron con el 21st Century Breakdown. No hay edad para empaparse de su pegajoso punk rock, siempre on time y aprueba de balas.
Los más valientes correrían a mirar los últimos temas de los otros escenarios, otros soldados nos retiramos victoriosos para preparar motores para el sábado.
Texto y Fotos: KBAEZORTIZ