Cuando un músico o una banda están tocados por la varita mágica y se encuentran en un momento álgido de creatividad aquellos que por suerte lo conocen o lo siguen demuestran una comunión perfecta entre ambos. Eso es exactamente lo que viene acaeciendo en las últimas giras de Shawn James por territorio nacional estos últimos años. Un músico rebosante de poder creativo al que le acompaña un material sonoro que roza la excelencia porque no debemos engañarnos, al final lo fundamental en este caso son las canciones y de eso va completamente sobrado.

Nos presentamos en una sala que ya se ha convertido en un clásico del circuito nacional como es El Loco Club de Valencia donde la comodidad para ver las actuaciones en vivo es una garantía plenamente contrastada. Una afluencia de público que llenó el local desde bien temprano y que para nuestra sorpresa de nuevo como en ocasiones anteriores rozaba una media de edad que no superaba la treintena. Creo que cada vez tengo más claro que la popularidad de un artista en este Nuevo Mundo de la era tecnológica es un fiel reflejo de la realidad.

Para abrir la velada y con una actuación totalmente intimista tuvimos a todo un personaje como Baker que es el miembro fundador de la banda de Arkansas Gravedancer. Acompañado por su guitarra acústica y durante una media hora aproximadamente interpretó algunas canciones de su repertorio entre las que pudimos escuchar Azalea (que además cuenta con un divertido videoclip que podéis ver en Youtube) o la fantástica American Hearts donde Shawn se le unió en el escenario. Estuvo muy divertido y cercano en su verborrea y encaja bastante bien en esta gira conjunta que ha cruzado parte de Norteamérica y casi toda Europa.

Foto: Cristina Martínez

Tras un breve receso se apagaron las luces y tanto Shawn como la banda que lo acompaña en esta gira subieron a escena con los primeros acordes de la magnífica Burn The Witch perteneciente a su penúltimo y excelente álbum The Dark and The Light. Con un sonido compacto y unos músicos pletóricos que vienen muy rodados ya de una extensa gira se desarrolló la primera parte del set con canciones pertenecientes a toda su discografía como Flow, Shadows, Orpheus o The thief and the Moon.

La voz de Shawn es una auténtico torrente cautivador que te lleva desde la más dulce melodía a los tonos más guturales y desgarradores de la manera aparentemente más simple y sencilla. De su nuevo y flamante álbum A Place in the Unknown suena la brillante The Stones cried out y seguidamente una de las mejores interpretaciones de la noche con The Curse of the Fold donde toda la banda y en especial el violín eléctrico de Sage Cornelius suenan increíbles.

Foto: Cristina Martínez

Shawn se encontraba muy cómodo y a gusto con el show y anunció que lo siguiente sería una parte acústica con él solo en el escenario para interpretar algunas canciones.
Versiones como siempre llevadas a su terreno sonaron Ain’t no Sunshine de Bill Wethers, That’s Life de Frank Sinatra y Like a Stone de Audioslave donde rinde justo homenaje al inolvidable Chris Cornell.

De su repertorio personal sonaron la siempre esperadísima Through the Valley, la sorpresa con The Guardian (muy pedida por el público) y la cautivadora Midnight Dove donde Shawn contó el origen de la misma cuando el terrible cáncer alcanzó a su hermana (del cual salió adelante afortunadamente) y la compuso en su honor.

Llegados a este punto el resto de la banda vuelve a subir al escenario para la parte final del concierto donde se desencadena la tormenta eléctrica de riffs con canciones como Haunted, Delilah, Devil´s Daughter, No blood from a Stone y Hellhound. Aquí se desata la vena más cavernosa y potente de un show que ya va tocando a su fin. La guinda del pastel la pone la fabulosa versión de War de los Temptations llevada a su extremo más rockero con un Shawn desatado sin su guitarra y subido en los amplificadores de la parte delantera del escenario.

Foto: Cristina Martínez

Para esta parte final se unió también Baker de Gravedancer como viene haciendo a lo largo de todo el tour. Una mención también muy destacada merece Zakk Sawyer, excelente bajista que da un empaque tremendo al sonido de la banda.

En definitiva otro tour más a las espaldas del artista que lo va encumbrando hacia lo más alto y presagiando un futuro lleno de expectativas por delante. Cabe decir que la humildad y la cercanía que sigue desprendiendo Shawn James como persona es una parte muy importante a la hora de tener cercanía con los fans. Tuvimos la oportunidad de charlar un rato con él de manera distendida y su gratitud es un claro ejemplo de lo que acabo de decir. Artistas de este nivel con esa proximidad no abundan en el mundo de la música.

Setlist Shawn James

  • Burn the Witch
  • Flow
  • Shadows
  • The thief and the moon
  • The stones cried out
  • The curse of the fold

Acoustic

  • Ain´t no sunshine
  • That´s Life
  • Through the Valley
  • The Guardian
  • Midnight Dove
  • Like a Stone

Electric again

  • Haunted
  • Delilah
  • Devil´s Daughter
  • No Blood from a Stone
  • Hellhound
  • War