Doble descarga de metal en Madrid con Thybreath y Childrain
El pasado sábado pude asistir a la presentación en directo de los últimos trabajos de dos los mejores grupos de metal nacional que tenemos actualmente: Thybreath y Childrain.
Narrar las emociones siempre es complicado… el bolo de Thybreath fue pura emoción, intentaré haceros entender cómo nos sentimos durante la actuación, una descarga de puro metal.
Desde el arranque Víctor puso su potente voz en juego (cambiando entre guturales y partes más melódicas), es sorprendente su puesta en escena y su presencia en el escenario haciéndonos sentir parte del espectáculo con su actitud y sus gestos.
A pesar de la poca entrada en el We Rock, el grupo calentaba el ambiente con cada tema, la sala comenzaba a marcarse los primeros bailes acompañando la fuerza de las guitarras y la contundencia del bajo en una gran actuación perfectamente acompasada por la consistencia de la batería, pena de la calidad del audio que en ocasiones se perdía algún instrumento o la voz quedaba algo enterrada.
Quedó patente las ganas de agradar de la banda muy motivada con la presentación de los temas nuevos que siguen la línea de los discos anteriores, un paseo por el pasado y por el futuro, ya que el disco por diversos motivos aún no se encuentra en la calle.
Uno de los momentos álgidos llegó con el dúo que se marcaron con el cantante de Childrain, mezclando dos voces de alto octanaje para dejar patente el buen rollo que existe entre las dos bandas y terminar de hacer al público enloquecer.
Se nota que Thybreath llevan años tocando y que tienen los pies en el suelo, un bolo muy profesional que llegó al público. Esperamos con ganas la salida definitiva de “My own hell” para poder degustar más metal con el disco al completo.
Tras una pequeña pausa llegó el turno de Childrain, es digno de destacar el esfuerzo de la banda por ofrecer un espectáculo con un juego de luces y máquina de humo que cambiaron el estilo del local por completo por lo que sus reducidas dimensiones quedaron en un segundo plano. Ya estaba todo preparado para el prometido viaje astral.
Canción tras canción se vio como esta banda tiene mucha personalidad y confianza en su estilo, un trabajo de la instrumental muy bestia, desde la batería, con una contundencia espectacular, pasando por las dos guitarras que dejaron su presencia bien patente así como el bajo que no se quedó atrás. Y la voz….
Iñi marca la diferencia, es una maravilla como transmite fuerza, como desgarra las letras y cambios de registro entre las distintas partes, es increíble que no desfallezca durante todo el bolo además de animar el cotarro y subir y bajar sin para del cajón al frente del escenario.
Hubo tiempo para repasar temas antiguos coreados por el público, muy entregado. Es una pena que no tenga más seguimiento este tipo de bandas tan preparadas. Es aplaudible que actuarán con fuerza y pasión sobre el escenario y dieran un espectáculo a la altura de su entrega. Con una actitud total no pararon de pedir bailes, gesticular y dejar claro que son puro metal. También cayó algún chupito y varias veces interactuaron con el público que estuvo muy receptivo: “que somos del norte, ostias!”
Una descarga de metal llena de sentimiento y entrega, una actuación a la altura de grandes grupos.¡Os invito a seguir la actualidad para no perderos la siguiente! ¡Vamos a llenar las salas!
