Afrontar un nuevo álbum de Darkthrone es actualmente como sentarte junto a Fenriz y Nocturno Culto para escucharlos hablar sobre la música que los inspira. A fin de cuentas, no dejan de ser auténticos fans con su propia banda, pero que siguen disfrutando de clásicos como Hellhammer o Candlemass. Solo hay que detenerse a leer (y disfrutar) cualquier entrevista con Fenriz para percatarse de esto. Por tanto, y guste o no, los noruegos dedican su carrera a recoger diversas influencias para sintetizarlas a modo de tributo en su música. El resto les da igual, y no hay prueba más evidente de esta fuerte personalidad que la portada escogida para este su vigésimo álbum. Una portada que ha dividido a los fans tanto o más que la propia música que hay tras ella.
Dicho esto, ¿qué nos ofrece Astral Fortress? Si te gustó Eternal Hails…… (2021) será difícil que este álbum no te guste, pues aborda la misma fórmula pero con más profundidad. Caravan of Broken Ghosts nos regala uno de los mejores momentos del álbum con esos hermosos pasajes acústicos que pronto devienen en un poderoso himno heavy-doom. Impeccable Caverns of Satan ahonda más en la propuesta doom, siempre con la cavernosa y sempiterna voz de Nocturno Culto como fiel acompañante. El tremolo que acompaña al riff principal termina haciéndose adictivo.
Si te gustó Eternal Hails…… (2021) será difícil que este álbum no te guste, pues aborda la misma fórmula pero con más profundidad.
Por su parte, Stalagmite Necklace no abandona la tónica doom pero se dota de una atmósfera única y diferente gracias a los sintetizadores que incorpora. Todo un acierto que precede a una recta final épica donde las haya. The Sea Beneath the Seas of the Sea agranda la leyenda de los Darkthrone «versión doom» con una colección de riffs pesados como losas que se suceden hasta ese inesperado «The sea beneath the seas of the sea» recitado sin música. Tras esto, la canción se engrandece y se va convirtiendo en una auténtica epopeya que se nutre del rock progresivo de los setenta. Diez minutos que se hacen cortos en otra muestra de que los noruegos no se casan con nadie en lo que a géneros se refiere.
En la fase final del álbum, Kevorkian Times muestra la faceta más punk y speed de Darkthrone. Seguida de esta, Kolbotn, West of the Vast Forests es una instrumental que introduce a la última canción del álbum. Eon 2 cierra el álbum con un galope y unas melodías muy NWOBHM que tratan de tú a tú a los mismísimos Iron Maiden. Puro metal que hace de esta canción uno de los mejores cortes del álbum.
¿Sigues esperando un álbum de black metal o un nuevo A Blaze in the Nothern Sky (1992)? Ahí fuera tienes miles de buenos imitadores de Darkthrone, escoge el que más te guste, pero Fenriz y Nocturno Culto están ya a otras cosas.
Y esto es todo. ¿Te gusta el metal más clásico y honesto? Este disco te gustará. ¿Sigues esperando un álbum de black metal o un nuevo A Blaze in the Nothern Sky (1992)? Ahí fuera tienes miles de buenos imitadores de Darkthrone, escoge el que más te guste, pero Fenriz y Nocturno Culto están ya a otras cosas. No sería de extrañar que para un próximo álbum, sabiendo que los noruegos son músicos de diversas influencias, comenzasen a bascular hacia otras sonoridades. Desde luego, con Astral Fortress se cerraría de forma magistral su «triada doom», iniciada con Old Star (2018) y continuada magistralmente con Eternal Hails…… (2021). Todo es posible con Darkthrone, como bien muestra su discografía, pero de momento esto es lo que hay (que no es poco).