Uno de los artes más extendidos y longevos de la historia del arte es sin duda alguna el arte islámico; lleno de simbologías, con una estética tan singular, en este Canciones sobre Historia y Arte nos adentramos en él para descubrir un debut icónico del metal.
El Islam: origen y expansión.
Las 3 principales religiones monoteístas tienen importantes puntos en común; de hecho, dos de ellas, cristianismo e islam, surgieron posteriormente como un movimiento social e ideológico contra el poder dominante del momento.
Si el cristianismo surge en contraposición al incipiente Imperio Romano en Judea, seis siglos después en Arabia, Mahoma comenzó a predicar buscando la unidad y la estabilidad política de la península arábiga.
A diferencia del cristianismo primitivo, el Islam se consideraba una religión pacifista que no renunciaba a la guerra como medio para propagar su mensaje.
Esto hizo que, en muy poco tiempo, este culto se extendiese rápidamente entre los pueblos nómadas del norte de África, llegando a Europa a través de la península Ibérica donde se fundó Al-Ándalus, territorio que fue sometido en poco tiempo y que estuvo bajo su dominio más de 800 años.
El Islam fue creciendo y expandiéndose por el mundo a lo largo de la Edad Media, llegando a ser clave para lo que entendemos por cambio de era.
La caída de Constantinopla y el inicio de la Edad Moderna.
Durante siglos el Imperio Romano de Oriente o Imperio Bizantino continuó el legado del Imperio Romano cristianizado en el oriente europeo, teniendo la capital en Constantinopla, llamada así en honor al emperador Constantino.
Batushka y Bizancio y la consolidación de la iconografía cristiana
El imperio bizantino convivió con los diferentes reinos cristianos medievales occidentales y con la presión de los reinos islámicos en oriente, sobreviviendo a guerras o ataques como la Cuarta Cruzada en 1202, aunque poco a poco fueron perdiendo territorios y poder.
Sin embargo, del decadente Imperio turco surgió un nuevo reino que fue ganando poder en oriente llamado otomano.
En 1453, bajo el reinado de Mehmed II, el imperio otomano sometió lo que quedaba del imperio bizantino conquistando la ciudad de Constantinopla.
Esta caída de Constantinopla supuso un problema importante para los reinos cristianos de occidente, pues con los otomanos dominando el territorio, se cortaron las rutas comerciales con oriente, obligándose a buscar rutas alternativas como la que propuso Cristóbal Colón por occidente y que supuso el inicio de la colonización del territorio americano.
El arte islámico: características principales.
Es curioso como a lo largo de todo el territorio de los diferentes reinos islámicos nos encontramos con que el arte tiene varios elementos comunes. Eso permite hacer ciertas similitudes en cuanto a las características del arte islámico.
Riqueza decorativa frente a riqueza material. La mayoría de los territorios por los que se extendió el mundo islámico son mayoritariamente desiertos y zonas donde no era fácil tener recursos materiales de gran calidad. Sin embargo, nos encontramos en la arquitectura islámica con palacios, mezquitas y demás edificios ricamente decorados, realizados en materiales más baratos y accesibles como el ladrillo, el azulejo o el yeso, reutilizando materiales o edificios previos, como gran parte de las columnas de la mezquita de Córdoba que son de origen romano.
En cuanto a los motivos decorativos que cubren todo, nos encontramos con diversos motivos, desde geométricos muchas veces ligados a las ciencias, vegetales, representaciones de animales o escenas con hombres cazando. Aunque no solemos encontrar imágenes relacionadas con el culto, ya que el Islam no suele representar imágenes religiosas.
El poder de la palabra.
Toda la decoración del arte islámico suele ir íntimamente relacionada con los textos.
Normalmente encontramos poblando paredes, objetos multitud de textos que pueden ser fragmentos del Corán, poemas, cantos, textos fundacionales, etc. Escritos en árabe, lengua común en todos los territorios, las principales caligrafías que encontramos son las cúfica, más recta y dura, y la Nasji de trazo más suave y elegante.
La mezquita azul y el esplendor de Estambul.
Volvamos a Constantinopla, tras la caída del imperio bizantino en 1453, la ciudad pasó a llamarse Estambul, tal y como la conocemos actualmente.
Bajo el dominio de los otomanos, la ciudad se transforma de una ciudad romana cristiana ortodoxa a una ciudad turca islámica, reconvirtiendo templos como Santa Sofía en mezquitas y cada sultán erigió una mezquita sobre edificios previos, así el antiguo foro de Teodosio fue destruido para hacer la mezquita de Beyazid, o el antiguo hipódromo se convirtió en el lugar donde se erigió la mezquita del sultán Ahmed, más conocida como la Mezquita Azul.
Situada frente a la mezquita de Santa Sofía, durante años fue la única mezquita de la ciudad con 6 alminares o torre de llamada a la oración. A diferencia de otras mezquitas previas, está mezquita tardó en realizarse debido a la crisis económica que vivían en aquel momento. De gran tamaño, en su interior se pueden albergar hasta 10.000 fieles, con una cúpula de 23 metros de diámetro y una altura de 64 metros.
Su diseño es una evolución de las iglesias bizantinas como Santa Sofía, con elementos islámicos realizada en materiales nobles como el mármol y en su interior nos encontramos una decoración realizada con más de 20.000 azulejos de cerámica hechos a mano, con ornamentos de flores, frutas o cipreses. Todo ello iluminado con luz natural gracias a sus 200 vidrieras y todo se vincula con multitud de versos del Corán.
El resultado es un templo majestuoso, ricamente decorado.
Orphaned Land – Sáhara.
La belleza de la mezquita azul es suficientemente impactante como para que Orphaned Land pusieran su interés para su debut.
La banda, de origen israelí, mezcla elementos de death melódico, con sonidos orientales, doom o incluso pasajes progresivos.
Aunque sus orígenes se remontan a 1991 cuando comenzaron bajo el nombre de Resurrection, no fue hasta 1994 que debutaron con un primer trabajo titulado Sáhara; en su portada utilizaron una fotografía del interior de la Mezquita Azul de Estambul.
Sáhara supo marcar el sonido de la banda, con temas de largo desarrollo como Blessed Be Thy Hate donde el uso de escalas orientales con instrumentos del folclore local contrasta con la contundencia de las guitarras y los guturales en las voces.
Este disco marcó el inicio de una carrera donde destacaron por el uso de instrumentos tradicionales y melodías de influencia del folklore de oriente medio y que se vería reforzado con discos posteriores como El Norra Alila de 1996 o All is Gone de 2013.
La banda apuesta en sus letras por mensajes de paz y convivencia entre las 3 religiones abrahámicas, lo que les ha llevado a ser propuestos para el Premio Nobel de la Paz.
Aunque la banda ha cambiado en múltiples ocasiones de miembros, aún perduran los fundadores Kobi Fahri (vocalista) y Uri Zelcha (bajista).