91 Suite – Back in the Game
Han apostado fuerte, catorce temas componen esta osadía suicida en estos tiempos que corren, llamada Back In The Game, su último trabajo. Si bien es cierto que seis de ellos, los primeros, ya fueron publicados en Starting All Over, el EP que les trajo de vuelta al mundo musical lanzado en el lejano 2019.Startng All Over es perfecta tanto para abrir un disco como un concierto, ese talk box nos hace recordar los años de ensueño de Bon Jovi con Richie Sambora. La voz de Jesús Espín es personal suficiente, como para no ser comparable, aun en el recurrente estribillo. Se han venido muy arriba desde el principio con esa acústica muy a la española casi al final.No hay ritmo perfecto, pero la frescura hardrockera de Perfect Rhyme casi lo alcanza, los teclados me llevan a su ritmo, ochentero por supuesto. Que joyas como esta no lleguen donde merecen da mucha rabia, que placer la combinación de voz y guitarras. La parte instrumental en general suena tan a los Bon Jovi del primer disco que me falta el típico video de la época.Nothing Left For Me está compuesta como medio tiempo de engañoso acústico. Producción al estilo triunfador con todos los colores del arco iris trabajados a la perfección per sin esfuerzo. Un corte sexy y tentador muy de este momento veraniego, no sé si me quedo con el puente o con el estribillo.Sin más dilación, esa delicada batería nos anuncia que cae la balada a lo sinfónico con un riff bien ceñido, Something About You, es inevitable evocar a las bandas de finales de los ochenta y principios de los noventa, pero el color vocal de Espín es inconfundible, tirando hacia arriba para rematar.
Distorsionamos, aceleramos y no damos tregua con los acordes y las bases rítmicas de All For Love, cierto es que el amor y las relaciones son los temas más recurrentes de los murcianos, pero es que les sale tan natural que no se les puede achacar nada. Se atreven con serpenteantes riffs, solos de teclados, cambios de ritmo y lo que haga falta.
I Am The One aloja una estructura de libro para otro medio tiempo., con la chispa justa para hacer que vuelva para atrás a volver a escucharla por sus cambios de ritmos y su rollo bonjovero de los primeros discos.
Algo que me encanta de este grupo es no poder decir suena a tal o a cual banda en particular, porque son la suma de lo que me gusta. En Sunrise Of Your Love no me ha dado tiempo ni a respirar por si me perdía algo. Dinamita en una hoguera recién prendida, energía en ebullición, sol, verano y playa.
No bajan el ritmo de calidad, Once In A Lifetime, suficientemente hábil mezclando la acústica y la eléctrica dejando ese rico regusto de aor en mi cabeza uniendo nos sueltan la canción que da nombre al álbum, Back In The Game no recomendable para reticentes a la nostalgia, que juego de notas en el solo rollo country, sigo escuchando a Espín como una espiral en mi médula, una vuelta al juego ganadora y nostálgica.
Reach Higher se desliza como un torrente entre teclas y cuerdas, con ese toque naughty pero inocente en la voz y coros y ese solo de teclado. Llevan tan alta su idea creativa, que la mezcla pulida de teclado y guitarra casi me parece normal.
Love And Learn me susurra en colores acústicos, resbaladiza en una bajada de pulsaciones que muestra la parte más melódica de los chicos dentro de su buen hacer habitual. Hasta en el final, con esas ráfagas de estrofas, es como una fantasía hecha canción, guitarra bonjovera de los tiempos de These Days.
Con un título tan revelador como explicito me espero un trallazo absoluto, tiramos por la calle del vaquero gamberro mezclado con algo de swing, bien para una jam. Detalles de excelencia musical de alto voltaje Fuck Me Up, sobran las preposiciones.
Saben perfectamente cómo llegar con su innata formula a nuestros corazones, crecidas estrofas en The Way To Your Heart. Distorsiones canalizadas de acústico a eléctrico, coros con ritmo, pegada de bases, riff festivo, buen rollo, si no te gusta, tienes un problema.
Si mezclamos la dulce voz de una diva como Robin Beck, con sonidos de viento, pues tenemos Nothing I Wouldn’t Do For You que acaba con este buen rato de hard que bien podía haber llegado de la soleada California, pero recordemos que a pesar de cantar en inglés 91 Suite son de aquí. Batería y riff evocador (sinónimo) baladón por todo lo alto a dos voces dejándose el resto, un single perfecto.
Así se vuelve, sin una fisura ni una falta. Que ganas de verlos donde sea, festivales o salas, pero ya, de momento ya han sorprendido en el Rock Imperium de Cartagena, les queda muchos escenarios por delante y mucha melodía por derrochar.