Contexto histórico.

El siglo XVII fue sin duda alguna una gran época de esplendor cultural en Europa, en general, y en España, en particular.

En apenas 100 años nos encontramos con grandes maestros y maestras tales como Bernini y Artemisia en Italia; Rembrandt y Rubens en Holanda; Poussin y Georges La Tour en Francia, etc.

Particularmente, en España hablamos del Siglo de Oro. Un período en el que las artes vivieron un auge inmenso, con el triunfo del teatro de Calderón de la Barca y Lope de Vega, los poemas de Quevedo y Góngora, escultores como Pedro de Mena o Luisa Roldán, arquitectos como Juan Gómez de Mora o Melchor de Bueras y pintores, tan destacados, como Murillo, José de Ribera o Zurbarán.

Sin embargo, este esplendor cultural no iba ligado a una buena época en lo político, donde nos encontramos una España en constante decadencia, con una crisis económica.

Felipe II dejó un basto imperio que no pudo ser sostenido por sus herederos. Monarcas que dejaron al mando a sus validos, como el Conde-Duque de Olivares. A esto hay que sumar un período de clima que afectó negativamente al campo y varios episodios de pestes que mermaron la población.

Diego Velazquez, pintor de realidades.

Si hubo un artista que pudo representar con soltura las distintas realidades que vivían este siglo XVII ese es, sin duda, Diego Rodríguez de Silva y Velázquez, pintor nacido en Sevilla en 1599 y fallecido en Madrid en 1660.

El artista comenzó su carrera con un arte naturalista, influido por el tenebrismo que estaba tan de moda en aquellos años, por influencia de artistas como Caravaggio o Ribera. Destaca, principalmente, por una calidad de pincelada y detalle, pintando multitud de escenas donde los protagonistas eran gente de su entorno, familiares, conocidos o humildes labriegos.

Tras ganar cierto reconocimiento en Sevilla, su fama llegó a Madrid donde la corte se interesó por su obra, llegando a ser pintor de cámara, puesto más importante al que se podía aspirar en pintura en España. Posteriormente, viajó a Italia, lo que le permitió conocer las colecciones vaticanas y le permitió cambiar parte de su enfoque, cambiando los personajes humildes por figuras más clásicas.

De su primera etapa en Madrid destaca El triunfo de Baco, un cuadro de temática mitológica, donde un grupo de personas se reunen ante el dios del vino, quien corona a uno de ellos quien podría ser un poeta inspirado por dicha bebida.

Velazquez Triunfo Baco

Lo destacado de esta obra es que Velazquez humaniza una escena mitológica, donde los personajes son representados como campesinos no idealizados, vestidos de forma humilde, con su tez oscurecida de por trabajar de sol a sol en el campo.

Esto hizo que este cuadro se conozca popularmente como “Los Borrachos.

Konsumo Respeto Si te he visto no me acuerdo:

Esos protagonistas humildes de Velazquez embriagados fueron utilizados por la banda alicantina Konsumo Respeto para la portada de su segundo disco Si te he visto no me acuerdo, publicado en 2005.

konsumo respeto si te he visto no me acuerdo

La banda se caracteriza por ser un proyecto de punk rock, con influencias folk como en el uso de flautas y gaitas.

Tras su primer disco Ahora que se ha ido el sol, con el que contaron con multitud de colaboraciones, la banda siguió apostando por su particular estilo. Con Si te he visto no me acuerdo realizaron su primera gran gira nacional y llegaron a actuar en México, donde obtuvieron bastante buena crítica.

Con temas como Ahora que se ha ido el sol, titulo de su primer disco, Me desespero o Como un papel, Konsumo Respeto ampliaron su repertorio de temas con una base de punk rock rápido y contundente, pero con sonidos folk tradicionales, sin acabar de encajar en el sonido punk folk, logrando una identidad propia.

Tras este disco, la banda publicó un tercer trabajo llamado Como te iba diciendo en 2008, y posteriormente, Elige la ruina en 2011, anunciando poco después su disolución en 2013.

Por suerte, la banda anunció en octubre de 2015 su vuelta a los escenarios y publicando su disco Recaída en 2016, desde entonces siguen en activo.