Crónica y fotos: Ceniza, Néboas y Sudestada – C.S.O.A. El Retal

Hacía un tiempo que no me pasaba por un concierto, y recordando el de El Altar del Holocausto y el espectáculo que pusieron las bandas que los teloneaban no tenía excusa para perderme el de este viernes. Es difícil encontrar conciertos de crust por la zona de Murcia, o pudiera ser que yo no esté suficientemente metido en el mundillo como para enterarme, pero en cualquier caso hay que aprovechar las pocas ocasiones que se den, mucho más todavía cuando es entrada libre, ¿no?

Ceniza abrieron la velada preparando su puesta en escena con cariño. Entre batería y resto de músicos, una fila de velas iluminaba el oscuro escenario, dando ambiente a lo que estaba por venir. El sonido no era de lo mejor, pero todos éramos conscientes de ello y no dejamos que nos arruinase los conciertos. Habría agradecido un extra de claridad para distinguir mejor las voces, pero el eco del lugar reinaba imperturbable. Ceniza descargaron sus temas con la rabia que acostumbran, alzando su grito al aire contra la podredumbre de la sociedad. Un buen espectáculo para abrir boca de lo que estaba por venir, animando al público a entrar un poco en calor. El Retal todavía no había alcanzado el nivel de asistencia que esperaba a la noche, pero éramos un número bastante justo para arropar a esta joven formación que empezaban temprano, algo antes de las diez de la noche. Terminando de manera desafortunada con una cuerda rota, todos esperábamos ya una retirada de la banda (por las circunstancias, ¿Eh? Yo habría escuchado con gusto diez temas más si caían), pero nos sorprendieron con una última canción gracias a que les prestaron una guitarra para acabar el show.

Ceniza

Era el turno ahora de Néboas, que entraron tras un cambio más largo de lo que habría gustado, pero antes de las once ya estaban arrancando el espectáculo. Comenzaron animando al público a acercarse, quedando todos en un ambiente mucho más familiar, casi mano a mano con los músicos. La música de Néboas es un crust mucho más… “Refinado” que el de Ceniza, por decirlo así. Se puede notar la experiencia en todos los miembros de la formación, el conocimiento del género y unas ideas muy claras a la hora de su composición. El directo fue arrollador, con temas cargados de sentimiento que ponían la piel de gallina, y todo en un ambiente de hermandad. El juego con los cambios entre limpio y distorsión de la guitarra, las baterías rápidas y brutales, y un bajo con tanto cuerpo como el equipo permitía nos dejaron una triste sensación ante la marcha de la banda, hambrientos de más.

neboas

neboas

Cerraron la noche Sudestada, desde Madrid. El estilo iba en la línea de las bandas anteriores, pero algo en el sonido de los madrileños nos decía que no era su primer rodeo. Tras un rápido cambio, colocando sus focos y poniendo a los músicos en sus posiciones, comenzaron la descarga de su neo-crust. Los integrantes de Ceniza y Néboas estuvieron todo el concierto mano a mano con el vocal de Sudestada, compartiendo incluso el micrófono en algunos temas. El ambiente animaba a todos los asistentes, bastantes más que al comienzo de la noche, a unirse a la banda, a moverse al son de sus temas rápidos y repletos de agresividad. Sin duda, el directo de esta última banda fue el que más animado se sintió, quizá porque el público ya había entrado en calor, o quizá porque la camaradería entre miembros de las distintas formaciones era contagiosa, pero fue una auténtica delicia de concierto; la mejor forma de acabar la noche.

sudestada