Estabamos ya en la mitad del Leyendas del Rock cuando de repente… unos vikingos volvieron a aparecer! Sí, Turisas repetía otra vez en el Leyendas y… otra vez a la maldita misma hora, creo que la organización no se da cuenta de que es peligroso poner a unos fineses con cueros, pieles y maquillajes a las 16.30 en agosto en Villena, pero no les ha frenado nunca y siempre nos dan un grandioso show donde tanto ellos como una cantidad considerable de gente, para el calor y la hora, nos lo pasamos como niños pequeños. Esperemos que en próximas ediciones en las que puedan venir Mathias Naygard y los suyos les pongan a horas menos intempestivas o en una de estas se nos acaban derritiendo. Battle Metal (vídeo), Rasputin, We Ride Together y Stand Up And Fight fueron algunos de los clásicos que nos tocó la banda.Mítico momento de lluvia en el Leyendas, donde les tocó a Sonata Arctica, en un show… que como en la anterior edición que vinieron, dejaron que desear, aunque a los mayores fans les pudiera dejar algo decepcionados, no les frena para disfrutarlo al máximo, sobretodo si para algunos ha sido la primera vez. Algunos de los temas del setlist fueron Paid in Full, Losing My Insanity, The Wolves Die Young y Life.
Para cuando Devildriver saltaron a escena el cielo estaba nublado pero ya no llovía. Los californianos liderados por el carismático Dez Fafara (ex líder de los nu-metaleros Coal Chamber) salieron con todo su arsenal sonoro. Mucha mala leche en su música pero al mismo tiempo amabilidad y simpatía a raudales, especialmente de parte de Dez. Son de esas bandas a las que nos gustaría ver más en este festival, pues siempre que estilos como el Groove Metal o el Death Melódico han tenido presencia el público lo ha agradecido. Con un recién sacado octavo álbum titulado Outlaws ‘til the End, Vol. 1, del cual no tocaron ningún tema, hicieron enloquecer especialmente a las primeras filas con trallazos de sus primeros discos como End Of The Line, Cry for Me Sky (Eulogy of the Scorned), I Could Care Less, y la esperada Clouds Over California durante la cual hubiera sido épica una nueva descarga de lluvia para intensificar más los circle pits que hubieron a lo largo del concierto. Con un Dez Fafara como decimos bastante comunicativo con el público, la apisonadora frenó un poco el ritmo con una versión de la banda de rock alternativo Awolnation. El tema, llamado Sail (vídeo) sorprende porque está fuera del estilo habitual de Devildriver, pero sonó incluso emotivo, precedido de un pequeño discurso donde Fafara reconoció padecer de Síndrome de déficit de atención, aunque la música lo cura todo. De ahí al final, caña y más caña hasta cerrar con The Mountain un concierto de una banda que se agradece ver por estos lares.
Otra de las bandas que repetía en el Leyendas del Rock, Alexi Laiho y compañía aparecía en el segundo escenario por fin. Sobrios como siempre, con el mismo sonido algo malo de vez en cuando, en parte porque el mal tiempo con el viento se «llevaba el sonido’’ pero potentes y fieros. Children of Bodom petándolo una vez más, aunque no tanto como la vez anterior en el festival, suponemos en parte por el mal tiempo del momento y que no es una edición lejana en la que vinieron anteriormente. Aún así no decepcionaron nada de nada con el setlist que se marcaron, os dejamos algunos de los temas: Are you dead yet?, In your face, Needle 24/7, Hate Me! Y Everytime I Die.
En el Mark Reale no sabemos hasta qué punto estaban las expectativas con Jinjer, tanto de parte del público como de la banda, debido a que no parece una banda del perfil del festival. Los ucranianos, a los que ya disfrutamos en el Resurrection Fest el mes pasado (crónica) en poco tiempo se han ganado la reputación de reventar cabezas con un sonido muy suyo, mezcla de Death, Metalcore, Groove, Djent, y cualquier sonido donde las afinaciones bajas y los ritmos pesados tomen protagonismo. Con Tatiana Shmailyuk al frente, una de las vocalistas femeninas más espectaculares de la escena metal actual, como decimos, las expectativas de una banda así en un festival de un corte más clásico y heavy eran un poco incógnitas. Pronto salimos de dudas, para bien, pues con una puesta en escena obligadamente más básica que la que vimos en el main stage de Viveiro, no les hizo falta más para poner a todos y cada uno de los asistentes a botar y partirse el cuello con Who’s Gonna Be the One.
Tras los acordes iniciales salió Tatiana a comerse el escenario una vez más. La versatilidad vocal de esta chica es destacable, pues de guturales anda sobrada, pero cuando llegan las partes limpias suele cantar con un feeling brutal, posee un estilo que se aleja de las voces melódicas habituales, más tirando a voz rockera con toque soul y reggae. En cuanto a actitud, se sale, no para un segundo y cuando lo hace es para provocar alguna reacción en el público con actitud desafiante. Respecto a sus compañeros de banda, más estáticos, a nivel de instrumentación, muchísima precisión y velocidad en las manos de Roman (guitarrista) Vladislav (batería) y sobre todo de su bajista Eugene. Impresionante este mago del bajo de 5 cuerdas. En el setlist cayeron varios de sus temas más habituales como Words of Wisdom, Sit Stay Roll Over, I Speak Astronomy, Just Another, Pisces y Captain Clock (vídeo). Bueno, qué decir a estas alturas de la reacción del público frente a esta bomba que vino del Este, pues que el Mark Reale estuvo a rebosar y los que no lo dieron todo fue porque se quedaron en shock con lo que vieron. Si hay una próxima vez, seguro que volverán a estar allí y no les pilla de sorpresa.
Estuvimos en el show de Jinjer hasta el final y por eso tuvimos que sacrificar los primeros temas del concierto de Powerwolf en el escenario Azucena. Había muchas ganas de verles de nuevo en Villena a una hora donde su escenografía pudiera destacar más que en su anterior visita en 2016. Para cuando llegamos al escenario empezaban a descargar su clásico Armata Strigoi. Lo que pudimos disfrutar fue su clásico show con su vocalista Attila, que comparte liderazgo con el teclista Falk a la hora de animar al personal. Puede sonar a cliché, pero a veces no basta con tocar bien, que de eso Powerwolf van sobrados. Guitarras muy nítidas, sonidos muy clásicos dentro del heavy metal, un vocalista con un chorro de voz y temas que se pueden cantar y tararear fácilmente. Pero un plus de estética, de show y de interacción con el público hace que su fórmula sea ganadora.
Sonaron temazos como Blessed & Possessed, Army Of The Night, Amen & Attack, All We Need Is Blood (vídeo), Resurrection By Erection o We Drink Your Blood, alternados con algunos temas de su último trabajo The Sacrament Of Sin, lanzado el mes pasado. Un concierto que pudo colmar las grandes expectativas del público asistente y fans más acérrimos de no ser porque finalmente no presentaron la producción completa de esta gira tal como prometía la organización del festival cuando les anunció para esta edición. Como decíamos, había muchas ganas de verles de noche con una escenografía más impresionante, incluyendo pirotecnia, pero no fue así. Un telón y algunos elementos decorativos en el escenario apenas hubo. Esto fue muy comentado por los asistentes y empañó quizás un poco un muy buen concierto donde el buen rollo habitual con la banda estuvo siempre presente.
Clásico entre los clásicos, incansables, imparables y casi que inmortales, los icónicos Saxon aterrizaron en el Leyendas y nos demostraron que la edad es sólo un número cuando se trata de hacer lo que más te gusta, música por y para los demás, pero sobretodo para uno mismo. Sin dejar de tener el sonido característico de la banda, pero con las pilas más recargadas y renovadas que nunca. Partiendo el escenario y llenando el recinto, desde el ’86 y con el mejor heavy metal clásico del mundo. Un setlist increíble, que contenía tanto temas de su último trabajo de estudio como himnos del grupo Thunderbolt, Motorcycle Man, They Played Rock n Roll, Heavy Metal Thunder y Wheels of Steel, entre otros.
Abbath llegaron al Leyendas como una apisonadora sobre el escenario principal. Francamente, los fans esperábamos alguna locura propia del vocalista, pero fue un show bastante aburrido en ese sentido, Eso sí, directazo de sonido y puesta en escena, sin parafernalias, pero las poses, los corpsepaints y las ropas hacen mucho en el black metal. Algunos de los temas de la banda entre las que hubo muchas covers de otra banda de black metal, Immortal; Ashes of Damned, Fenrir Hunts, The Rie of Darkness y All Shall Fall.
Freedom Call, para las horas que eran, casi de las últimas bandas en tocar en el Mark Reale, no cabía un alma casi, costaba un poco entrar hasta verlos medianamente cerca, con un sonido cojonudo para lo que suele escucharse en ese escenario, muy agradecidos y muy entregados al público, el cual les correspondía coreando, cantando y demás. Los alemanes invadieron ese pequeño espacio del festival con su power metal melódico como si de una nana épica se tratase, fue perfecto para acabar esa jornada del Leyendas del Rock. Freedom Call, Metal is for everyone, Tears of Babylon y Warriors fueron unos pocos de los temas tocados.
Y qué mejor manera de despedir la jornada que a muerte con los vascos Vhäldemar y su heavy metal de la vieja escuela cantado en inglés, con un frontman único como es Carlos Escudero y un guitarrista matador como Pedro J. Monge completados con un elenco de músicos que se han ido sumando a la formación para darles más empaque y calidad. Quienes les hemos visto en anteriores ediciones en el Mark Reale estábamos deseando verles en uno de los escenarios principales y la verdad es que no se les quedó para nada pequeño. Sí que notamos que a Pedro le faltaron facilidades para moverse a sus anchas entre el recinto y público como había podido hacer en el recinto de pista cubierta, pero eso no mermó para nada su constante instigación hacia el público con la chulería y bromas que le caracterizan. En cuanto a asistencia, dado que eran las 3 de la madrugada estaban los que tenían que estar, los más fiesteros y los incondicionales un estilo que en el Leyendas tiene gran acogida. A buen seguro habrían sido más si no hubiesen coincidido al mismo tiempo con los power metaleros Taken, que con su virtuosismo atrayeron también a un buen número de seguidores en el Mark Reale.
Entre arengas a las huestes del metal por parte de Carlos y sobradas a la guitarra de Pedro, descargaron varios temas de su último trabajo Against All Kings (2017) especialmente en la primera parte del concierto, con mayor presencia de los teclados de Jon Koldo Tera y el excelente trabajo rítmico de Raúl al bajo y Jandro a las baquetas. No faltaron clásicos como Bastards, Metal Of The World (vídeo), River Of Blood o Energy con la que cerraron una masterclass en actitud y buen hacer sobre el escenario. Seguro que les volvemos a ver en próximas ediciones del festival pues son una banda imprescindible.