resurrection-fest-2018

Crónica y fotos: Manu Hernández e Iria López

 

La segunda jornada del Resurrection Fest , aunque en realidad la primera de los tres días grandes de festival, prometía estar bien cargada. Para perdernos los menos conciertos posibles, en Rock Culture decidimos dispersarnos por el recinto y echar un ojo a unas cuantas bandas que tocaban en los cuatro escenarios. Por desgracia, todavía no dominamos las técnicas necesarias para ver más de un concierto a la vez o teletransportarnos rápidamente de un escenario a otro (aunque nos vendría genial para cuando aquello está a tope de asistentes), pero aquí os traemos un resumen de lo vivido la tarde y noche del jueves 12 de julio.

Aunque entraba en los planes iniciales no perderme el concierto de Noah Histeria, desafortunadamente no llegué para presenciar más que un ratito del concierto. Tiempo
suficiente para llevarme una muy buena impresión de este grupo de rock progresivo de Valencia, con quienes queda una cuenta pendiente para la próxima ocasión.

Noah Histeria resurrection Fest 2018
Al terminar este concierto en el Desert Stage, paré un ratito en el Chaos Stage a ver a Los Montañeros de Kentucky, que estaban sonando bastante bien. Pero los solapes te obligan a elegir, y no quería perderme la actuación de Bloodhunter, así que continuamos el camino hacia el Ritual Stage donde ya comenzaban a sonar los primeros rasgueos de guitarra de ese escenario.

Bloodhunter

Bloodhunter son una banda de death metal melódico que este año forman parte de numerosos festivales del país, y no es de extrañar, puesto que su segundo trabajo The End Of Faith está dando mucho que hablar. A estas alturas su vocalista no necesita presentación, aunque sí cabe destacar su estupenda técnica vocal que, junto al virtuosismo y perfecta sinergia entre los demás músicos, dejó al público boquiabierto. A pesar de que eran las tres de la tarde y el sol estaba pegando muy fuerte, Bloodhunter pegaron todavía más fuerte y demostraron lo que son capaces de hacer además de contar con la ventaja de que tocaban en su tierra. A la formación inicial de Diva Satánica como vocalista, Fenris como guitarrista y Dani al bajo, se unieron Marcelo a la batería y Guillermo a la guitarra, obteniendo así un sonido más potente que nunca en directo. Fue sin duda una gran forma de romper el hielo en el segundo escenario del festival, ya que atrajeron bastante público.

Bloodhunter Resurrection Fest

Después de ver a Bloodhunter, nos fuimos a la zona de prensa a pasar un rato ameno con los japoneses Crystal Lake, a los cuales les hicimos una entrevista que publicaremos en breve, y aún tuvimos tiempo de ver, muy a mi pesar, el último concierto de los ya oficialmente disueltos Dawn Of The Maya.

Dawn of the Maya

Confieso que siempre he tenido un apego especial por estos pamploneses a los que conocí hace ya unos 10 años cuando empezaron, con cariño, siendo unos mocosos que practicaban un intento de hardcore/metalcore muy internacional pero aún por pulir. Con los años y con 4 discos a sus espaldas pueden decir bien orgullosos que dejan el pabellón muy alto, tanto en calidad musical como humana, y una masa de fans que les adoran y lloraron su despedida junto con ellos.
Antes de esto, por supuesto que todos disfrutamos, al igual que ellos, una vez más de los himnos que les han llevado a ser una banda referente en su estilo a nivel nacional. Y que mejor lugar para hacerlo y despedirse que en la que pueden considerar su casa, y encima en el Main Stage, casi nada.
A pesar del calor (fue el día más caluroso de los 4 del festival), no pararon ni un momento tanto ellos como su público, disfrutando de temazos como Everest, Ivory Crown, The Balance Is Broken, Old Statues (vídeo) o The Age Of Darkness.

dawn of the maya
Me hubiera gustado no perderme la colaboración que hicieron con Diego, vocalista de Teksuo, otra banda con la que también tengo gran afinidad musical, pero comentan que tuvieron algún problema técnico que deslució y que supieron solventar como siempre saben hacer, con corazón y naturalidad. Son cosas que le pueden pasar a cualquiera.
Terminaron con una gran ovación y dando las gracias a todos el mundo por haber tenido el privilegio de volver a estar allí, en especial su vocalista Igor, visiblemente emocionado. En el fondo todos deseamos que sea un hasta luego o, como mínimo que podamos ver a algunos de sus miembros comenzar algún nuevo proyecto, como siempre pasa en estos casos.

The Raven Age

Y de nuevo al Ritual Stage, donde volvía el joven grupo de metal melódico The Raven Age tras su paso por el festival en 2016 dentro de la gira con Iron Maiden. Algo ya habitual también en las giras de British Lion, el proyecto paralelo de Steve Harris, pues su hijo George es uno de los guitarras de The Raven Age.

Esta vez ofrecieron un concierto totalmente diferente a aquel, con una nueva formación con la que ya sacaron un single llamado Surrogate (vídeo). Su música no está nada mal, suena potente y la defendieron con mucha energía en directo, a pesar de que el calor comenzaba a apretar demasiado. Además, sus ánimos no decayeron en ningún momento a pesar de que se merecían tener más público. Defendieron con garra sus temas, la mayoría provenientes de su disco Darkness Will Rise como The Merciful One, Eye Among The Blind, Promised Land o My Revenge entre otros, y se despidieron muy agradecidos con todos los allí presentes.

the raven age resurrection Fest 2018

Get The Shot

Salimos corriendo hacia el Chaos Stage para saborear un poco de auténtico hardcore old school norteamericano, más en concreto de Québec, de la mano de Get The Shot. En gran parte los diferentes sub-géneros del hardcore son el motivo por el que siempre había querido venir al “Resu” y en realidad son la esencia y raíces del festival.
Y cómo no, lo que nos encontramos allí fue una verdadera brutalidad escenificada en un público que no escatimaba energías y suela para botar, correr en los circle pits y en general en darlo todo a la sombra de la carpa, y una banda contundente con un líder visible en su vocalista J-P, en gran estado de forma física, que no paraba de correr de un lado a otro del escenario y que acabó subido de pie encima del público. Literalmente reventaron aquello y, aunque no los conocía, pude comprobar de primera mano cómo se las gastan en temas como Faith Reaper, Cold Hearted o Rotting Idols, directos y sin concesiones. Para la hora que era el nivel ya se había puesto muy alto en cuanto a energía y mala leche musicalmente hablando.

Get the Shoot resurrection fest

Jinjer

Como habíamos empezado la jornada temprano nos fuimos a refrescarnos un poco y a tomar posiciones para ver a los muy esperados Jinjer, pues el día prometía y había que dosificar fuerzas en un festival de 4 días.

jinjer resurrection fest 2018

Su cantante Tatiana Shmailyuk se caracteriza por tener una versatilidad vocal impresionante, alternando entre un amplio registro de voz limpia y voces guturales desgarradoras que acompañan a una parte instrumental de groove y metal progresivo. Y también mucha adrenalina en el cuerpo. En todo momento se encontró en el Main Stage como en el salón de su casa. Conectaron con el público en todo momento, y de hecho estaba aquello abarrotado de gente curiosa sobre ellos. En su larga setlist combinaron temas de toda sus trabajos: Inhale, Do Not Breathe, Cloud Factory y King Of Everything. Tales como Words Of Wisdom, I Speak Astronomy, Pisces, Captain Clock o Just Another (vídeo).

jinjer resurrection fest 2018

Tras el pelotazo sonoro de Jinjer recorrimos los pocos metros que separan la parte final del público que los estuvo viendo y la primera fila del Ritual Stage, donde iban a saltar a escena en breves segundos unos señores suizos que, según un seguidor francés que tenía a mi lado, eran pura crema y la gente los esperaba con ganas tras su reunión como banda poco tiempo atrás. Me refiero a Nostromo, banda que practica un estilo a caballo entre el Metal Extremo y el Grindcore.

Nostromo

Originalmente formados como banda en 1996 y separados en 2005, habían vuelto con fuerzas renovadas y un nuevo trabajo en 2016, para ofrecernos una apisonadora de gran técnica y precisión de ejecución en los temas, con un frontman, Javier Varela, que habla un español perfecto y que más tarde supimos que antes de retomar el proyecto había estado repartiendo cera con los también suizos Elizabeth, banda de hardcore punk que nos visitó hace un par de años para compartir escenario con Mosthrenco, el proyecto paralelo de Javier Cardoso de Vita Imana. Así que os podéis hacer una idea de por dónde podían andar los tiros de lo que pasaba encima y abajo del escenario. En los 40 minutos que dispusieron, hicieron un recorrido por su antigua discografía con temas como Epitomize o Rude Awakening, sin olvidarse de su último lanzamiento, titulado Uraeus (vídeo), menos visceral pero con un sonido igualmente aplastante.

Nostromo resurrection fest 2018
Gran sorpresa y otro punto más de incremento en el nivel de decibelios. La cosa ya estaba que ardía cuando abandonamos el concierto para dirigirnos a cambiar las tornas con Imperial Jade en el Desert Stage.

Basement

De camino pasamos brevemente por el Chaos Stage, donde el hardcore más duro había dejado hueco al punk hardcore/noise de los británicos Basement, mucho más pausados y sutiles en su sonido, pero intercalando partes más rabiosas en temas como Whole, Earl Grey o Aquasun (vídeo).
Tienen 3 álbumes de estudio desde su primer lanzamiento en 2011 hasta el último: Promise Everything lanzado en 2016, destacando la fenomenal versión que hacen del My Favourite Game de The Cardigans. De no ser por el ritmo frenético de un escenario a otro me hubiera quedado más tiempo a saborear un estilo que hubiera venido bien para oxigenarme.

basement resurrection fest

 

Imperial Jade

Pero claro, para eso estaban Imperial Jade, y a eso mismo iba, buscando ver en el Desert Stage a una banda de la que hablan maravillas por su buen hacer en la escena del rock sureño de raíces americanas, máxime cuando provienen de Calella en la provincia de Barcelona. La música no tiene fronteras y allí estaban para demostrarlo.
Me los esperaba algo más pintones, cosa típica en las bandas de este estilo que a veces parecen salidas de una máquina del tiempo con origen en los 70, pero se presentaron con sobriedad, como una banda de rock, sin etiquetas.
Debido a ser, si no me equivoco, los únicos representantes de este género en todo el festival, congregaron bastante público ansioso de verles desgranar los temas de su primer y único trabajo hasta la fecha, titulado Please Welcome (2015).
Y así lo hicieron, tocando los esperados Fire Burning Soud, Highway, la psicodélica Heat Wave o la bailonga Time Machine (vídeo), para cerrar un concierto de sonido sobresaliente con Satyr.
Brillante desempeño a las 6 cuerdas de sus guitarras Álex y Hugo, así como la base rítmica con mucho groove. Quizás destaco menos la voz de Arnau por no ser todo lo áspera o todo lo aguda y melódica que me suele gustar en un grupo de estas características, pero eso ya es un gusto personal y la verdad es que canta con un inglés muy correcto y se le nota bastante (a la banda en general) su fuerte referencia en la banda Rival Sons.
En definitiva, un soplo de aire fresco entre tanto metal y hardcore, aunque palos con gusto no duelen.

imperial jade

 

Overkill

A la misma hora les había tocado el turno de actuar en el Main Stage la legendaria banda de thrash metal Overkill. La verdad es que tarde o temprano sabía que se tendrían que pasar por Viveiro, que ya ha acogido a bandas grandes de thrash como Slayer, Testament, Exodus o Megadeth (que ambos repitieron este año).
Con una energía imparable y una gran actitud por parte de su cantante y frontman Bobby ‘Blitz’ Ellsworth, Overkill interpretaron una setlist quizá algo breve pero cargada de temazos. Comenzaron con Mean, Green, Killing Machine de su último trabajo The Grinding Wheel, seguida de Rotten To The Core y Electric Rattlesnake. Bobby supo dirigir al público como buen frontman carismático que es, y junto a los demás miembros consiguió mantener al público en movimiento durante el concierto entero.
Siguiendo el ritmo del concierto, continuaron con Hello From The Gutter, In Union We Stand con los puños arriba y Elimination. Circle pits, crowdsurfing y pogos varios acompañaron al grupo en todo momento, que se despidió de sus fans con las covers Sonic Reducer y la mítica Fuck You. Una actuación impecable en mi opinión, más teniendo en cuenta la de años de trayectoria que llevan encima.

overkill resurrection fest 2018

 

Crystal Lake

Corriendo nos fuimos al Chaos Stage donde tocaban a continuación Crystal Lake. Después de hablar con ellos en la entrevista y conocerles un poco más, sólo nos quedaba matar la curiosidad de cómo serían en directo. Y aquello fue espectacular. Desde el primer minuto con Prometheus, los japoneses se movieron por todo el escenario con muchísima energía, desatando también el caos entre el público. Fue una actuación corta pero bien intensa, con temas de su último álbum True North como Six Feet Under o Alpha seguida de Omega, y también temas de sus singles como Apollo (vídeo) y Machina .

Tampoco podía faltar su famosa versión de Rollin’ de Limp Bizkit, haciendo bailar y saltar a todo el mundo que se encontraba allí, que no era poca gente precisamente.
Vale que eran el único grupo tocando en ese momento, pero creo que hubieran llenado igualmente el Chaos Stage. Nos quedamos con una muy buena impresión de ellos,
esperando a que vuelvan pronto.

crystal lake resurrection fest 2018

Tras el intenso bolazo de los nipones, tocaba repostar en la Circle Meal, que es como se denomina la zona de restauración, donde varios food trucks ofrecían una oferta bastante variada y de precios muy parejos, para no distorsionar el concepto de libre competencia. Cosa rápida y no excesivamente pesada, pues seguíamos en línea ascendente en cuanto a expectación y tocaba pasarse de nuevo por el Chaos Stage para gozar una vez más a los californianos Stick To Your Guns.
La nota curiosa es que durante aquel momento de reposo no tuve el valor de intentar acercarme al Desert Stage a darle una oportunidad a Rolo Tomassi, a los que ya vi en aquel fugaz festival castellonense que fue el Costa De Fuego y que entre unas estructuras musicales disparatadas y la paranoia vocal que es su cantante me dejaron totalmente descolocado en su día. Después he vuelto a escucharlos y nada, que nunca me han llegado lo suficiente como para disfrutarles mínimamente. He de decir que lo mismo me podría haber pasado con Igorrr, de los que hablaré cuando llegue su momento, y el efecto que me producen es totalmente opuesto. Cuestión de gustos.

Stick To Your Guns

Llegué con un poco de antelación al Chaos Stage para intentar tener un buen (y seguro) punto de vista para las fotos, pues estaba claro que de nuevo iba a haber movimiento entre el público. Los de Orange County son de esas bandas idolatradas y con más éxito en el género del hardcore punk, seguramente por su fórmula perfecta entre agresividad, melodía y cierto toque de melancolía, perfecta combinación para conquistar a los espíritus más jóvenes y rebeldes.
Empezaron con la algo sobria y pesada The Sun, The Moon, The Truth: «Penance of Self». A primera vista me pareció ver a su vocalista Jesse Barnet un poquito más fondón desde la última vez hace unos 4 años, y a sus dos guitarras Chris y Josh algo estáticos, pero no era otra cosa que el efecto colateral de haber visto en aquel mismo escenario a Get The Shot y Crystal Lake momentos antes… Pero fue empezar a tocar Nobody de su álbum Disobedient y la cosa cambió, Chris y Josh empezaron a dar sus típicos saltos, con un Andrew muy activo al bajo y con Jesse poniendo al respetable en pie de guerra como suele hacer. Asunto resuelto, ya teníamos allí a los grandes STYG!!

Stick To Your Guns resurrection fest 2018
Eso sí, estaba claro de que en todo momento el foso le sobró a Jesse Barnett, tan dado (como pasa en general con la mayoría de vocalistas hardcore) a sentir el calor de sus fans en primera fila y no escatimar en el contacto físico con ellos, dejándoles el micro para que canten, griten y suelten la rabia, que para eso están allí. Es la esencia del hardcore.
Su setlist estuvo centrado en sus 3 últimos trabajos a partes iguales y supieron intercalar muy bien temas como Married To The Noise, single de su último álbum True View (2017) con las aclamadas y coreadas We Still Believe o Empty Heads (vídeo), ambas del Diamond (2012), y otras más punk-rockeras como Nothing You Can Do to Me del Disobedient (2015), y cómo no, la clásica Amber (vídeo) que para un servidor fue el tema de descubrimiento de esta bandaza, como única representante de sus anteriores trabajos, en concreto de The Hope Division (2010), con unos coros que me pusieron los pelos como escarpias una vez más.
Concierto redondo, aunque repito, eché de menos, al igual que Jesse, que no hubiese tal separación física entre público y escenario, pues puedo contar de primera mano la fiesta que es verlos en una sala y sin foso.
Dicho esto, no les pude ver terminar pues 5 minutos antes de la hora programada para el final, teníamos ya en el Main Stage a Mr. Corey Taylor y sus Stone Sour, a los que no quería perderme tampoco y consciente de lo difícil que iba a ser acercarse a las primeras filas salí corriendo para allá una vez más.

stick to your guns resurrection fest 2018

 

Stone Sour

Sobre las diez y media de la noche, miles y miles de personas se agolpaban en el escenario principal para recibirles, y tuvieron una gran acogida por parte del público, coreando y saltando con sus canciones. Es evidente que la mayoría de personas allí presentes conocen esta banda por Corey como cantante de Slipknot, sin embargo esto no quiere decir que Stone Sour no tengan mérito propio. Dieron un concierto de gran nivel, tanto en setlist como en ejecución y con un buen espectáculo visual, pues contaron con pirotecnia, cañones de confeti y muñecos hinchables hechos a la imagen y semejanza de los miembros del grupo. Como no podía ser de otra manera, sonaron sus temas más conocidos como Absolute Zero, Do Me A Favor, Made Of Scars y Song #3 (vídeo) y también hubo lugar para el lado más tierno de Corey con Bother, acompañado tan sólo de una guitarra acústica. Con Through Glass y 30/30-150 hicieron disfrutar a toda una generación de treintañeros que en su día ya fliparon cuando Taylor se consagró como un gran músico e intérprete más allá de sus bestiales apariciones con Slipknot.

Se despidieron de Viveiro como la última fecha de una gira en la que llevaban inmersos 6 semanas, seguro que con un buen sabor de boca. Y quizá Corey tenga ganas de volver…

Wolves In The Throne Room

Wolves In The Throne RoomY tras la tremenda dosis de metal mainstream, tocaba el turno y la hora perfecta (la medianoche) para una buena dosis de oscuridad y sonidos extremos con los estadounidenses Wolves In The Throne Room en el Desert Stage. Una banda que practica el llamado ambient black metal, formada hace unos 15 años por los hermanos Nathan y Aaron Weaver. Con prácticamente todo el mundo todavía dispersándose tras el concierto de Stone Sour, no fue difícil posicionarse en primera fila para sentir muy de cerca una cuidada ambientación y vibraciones que consiguieron sumergirme en una catarsis de post-black metal auténtico.
En un escenario en penumbra, con iluminación trasera sobre los motivos celtas de un telón que representa a la perfección el naturalismo y misticismo que envuelve la temática de sus largos temas, destacaban frente a mí las negras y esbeltas siluetas de Aaron a la guitarra, y tras él Brittany McConnell con su set de teclados y percusión. Evocadora escena que pude disfrutar cada vez que abría los ojos, porque lo reconozco, es de esos conciertos opiáceos en los que el sonido es un puro viaje constante, tres guitarras, los gritos desgarrados de Nathan alternados en ocasiones con la dulce voz, casi de embrujo, de Brittany, y un frenético ritmo de batería que todo en uno conforma una intensa descarga sonora que te quema y te abraza como el fuego de un dragón. Puede parecer una paranoia por mi parte, pero en bandas así o sales espantado o lo vives muy, pero que muy profundamente.
Del setlist, pues corto si atendemos al número de temas, cosa normal al tener cada uno una duración media de 10 minutos. Recomiendo, si queréis conocerlos en todo su esplendor, 2 de los que tocaron, como son Born From the Serpent’s Eye y Angrboda. B-R-U-T-A-L-E-S.

Ghost

Y una vez más vuelta a correr para el Main Stage donde nos esperaba  otro plato fuerte. Ghost , una de las bandas más aclamadas para esta edición y haciendo una única fecha en la península, fueron los encargados de poner el toque de espectáculo y teatralidad a la noche.
Aparecieron presentando su nuevo disco Prequelle , su nuevo frontman Cardinal Copia y un escenario muy currado, tipo iglesia, con sus cristaleras y unas escaleras hacia un altar donde se situaban algunos de los Nameless Ghouls. A esta puesta en escena también le acompañaron acertados juegos de luces y fuego, aunque realmente Ghost tienen presencia por sí solos. Sin un Papa al frente, el personaje del Cardinal Copia que encarna Tobias Forge aporta carisma a la banda mientras que los demás músicos cobran más protagonismo en el show. Este concierto generó diversas opiniones en el público, especialmente sobre el sonido o la calidad de la voz de Tobias. Sí que es verdad que al principio del concierto hizo falta cierta mejora en el sonido, aún así, no diría que tuviera una mala noche vocalmente hablando. Interactuando con el público todo el tiempo, supo meterse a los fans en el bolsillo desde el principio, hablando e introduciendo los temas.

En cuanto a la setlist, qué decir, fue temazo tras temazo. Puedes ser fan o no, pero si lo eres, estarás de acuerdo en que no sobró ninguno de los temas escogidos, donde
repasaron su discografía e incluyeron cuatro cortes del último trabajo. Pudimos comprobar cómo funcionan estas nuevas incorporaciones a la setlist como Rats, ese single tan pegadizo con el que dieron comienzo al show y tenía al público coreando desde el principio. Siguieron con Absolution, Ritual y From The Pinnacle To The Pit.
Faith era una de las canciones nuevas que más ganas tenía de escuchar en directo, mayormente por esas guitarras, dando paso a uno de sus mayores éxitos Cirice, donde
más de uno se dejó la garganta. Y después de esto, Copia se dio un respiro mientras el resto de la banda interpretaron la instrumental Miasma, que sonó acojonante y donde hizo una breve aparición el Papa Nihil al saxo. Volvió para interpretar Year Zero y es que la sensación que da escuchar a tantas personas cantarle a satán da hasta escalofríos. Continuaron con otra tranquilita, He Is , y la oscura y heavy Mummy Dust (vídeo). Se venía una doble sesión de bailoteo, pues Dance Macabre y Square Hammer tienen esos ritmos y melodías pegadizas que animaban a la gente a saltar y cantar alegremente, en contraste con la mayoría de canciones de tinte oscuro de la banda. Para terminar, el cardenal pidió a todo el mundo unirse a celebrar el orgasmo femenino con Monstrance Clock, cantando hasta el final aquello de ‘’Come together, together as one. Come together for Lucifer’s son’’.

At The Gates

Tras terminar de asistir el show más espectacular y esperado por la gran audiencia del día, con todo el recinto lleno de confeti y algún que otro billete del Papa por el suelo, nos movimos hacia el Ritual Stage donde los veteranos At The Gates, una de las bandas progenitoras del death metal melódico con denominación de origen en la prolífica ciudad sueca de Gotemburgo, me iban a permitir saborear por primera vez en el festival este estilo que uno de mis pilares musicales en el metal desde hace ya bastantes años. No tantos como ellos llevan de carrera, ya camino de la treintena como músicos aunque en diferentes formaciones pues la banda estuvo 11 años separada entre finales del siglo pasado y la primera década del actual, pero los suficientes para saber que probablemente son la banda que más fiel se ha mantenido a su estilo original de las nacidas allá por los 90 en la mencionada ciudad sueca.
También son la que menos he seguido si les comparo con In Flames, Dark Tranquillity, The Haunted y Soilwork, pero las veces que les he visto, siempre en festivales, han dejado su sello.
Tenía curiosidad por verles defender su sexto álbum, To Drink From The Night Itself, lanzado en mayo de este mismo año, y el segundo tras At War with Reality (2014) que han grabado en 23 años tras aquel exitoso Slaughter Of The Soul en 1995. La calidad de la grabación de este último trabajo no me ha convencido y por eso quería verles en directo a sabiendas de que son mejores músicos de lo que refleja la producción que han tenido en estudio.
Aperturando el concierto con la intro que abre su nuevo álbum, aparecieron en escena con Tomas Lindberg al frente, con su ya característica gorra y pinta de tener algunos años más de los que realmente tiene, junto a su nueva incorporación a la guitarra solista, Jonas Stålhammar, que también comparte proyecto paralelo con Tomas y el batería Adrian Erlandsson en The Lurking Fear que habían tocado poco antes en ese mismo escenario mientras yo lo flipaba con Stick To Your Guns. A The Lurking Fear tenía interés por verles, pero ya se sabe, con los solapes hay que apostar y creo que no me salió mal la elección, pues casi hubiera tenido la sensación de ver un cromo repetido si hubiese optado por ellos.
Pero centrémonos en los protagonistas del momento, At The Gates son una banda de pocas sorpresas, sin mucho espectáculo ni parafernalia, defienden bien su estilo original con unos riffs de guitarra y ritmos de batería muy característicos, y unas voces que son más chillonas que guturales, también marca de la casa, pero te sorprenden cuando entran en terrenos sonoros más atmosféricos como en A Stare Bound In Stone que sonó bestial. No obstante, fueron más a lo seguro de lo que esperaba y aparte de éste sólo tocaron otros 2 temas, el que da título al disco: To Drink From the Night Itself y The Chasm. Por lo demás, matraca de la de siempre con Slaughter Of The Soul, Cold, Under a Serpent Sun, Nausea, Suicide Nation…todas del mismo álbum que en su día les abrió las puertas del éxito y las que al final quieren escuchar los fans de siempre. La nota graciosa, como siempre que tocan en España, esa intro llamada El Altar del Dios Desconocido que es una locución con acento latino y que da paso a más matraca con Death And The Labyrinth (vídeo).

at the gates resurrection fest 2018

Cansados como estábamos ya tras más de 12 horas de conciertos, optamos por no terminar de verles y pasamos un rato, de camino a la salida del recinto, por el Desert Stage a ver qué se cocía por allí.

Mars Red Sky

Y lo que nos encontramos fue el final del concierto de los franceses Mars Red Sky, que practican un stoner de muy baja afinación, con wah-wah y un sonido muy, pero que muy gordo que me sorprendió para bien a pesar de no ser muy fan del stoner, pues pocas bandas me atraen y suelen ser algo más comerciales. Por no entender mucho de este estilo me atrevería a decir que lo que estos marcianos practican es lo más cercano a los orígenes y la esencia de lo que yo había podido escuchar en otras ocasiones. Cuentan en su haber con 2 discos: Be My Guide (2013) y Providence (2016) y destilaban dosis tan fuertes de psicodelia (vídeo) que decidí no arriesgarme a quedarme allí tumbado en el césped y que luego no me levantara ni una grúa. Así que tomé rumbo al hotel para descansar un poco y encarar el viernes con fuerzas.