Testament, Exodus y Death Angel: Noche de thrash metal en Madrid
Crónica: Andrea González
Fotos: Pedro Hernández
El pasado viernes se dieron cita en la sala Black Box del Palacio Vistalegre de Madrid 3 de las más grandes y míticas bandas de Thrash Metal.
A las 18.45 abría Death Angel con la reciente Humanicide recibiendo a los asistentes con una energía arrolladora en una sala ya llena hasta la mitad. Esta era la primera vez que tocaban junto a Exodus en Madrid, en un escenario bastante reducido que no fue inconveniente para que la banda californiana supiera aprovechar el espacio y el poco tiempo del que disponían.
El grupo demostró estar en magnífica forma, con un dinámico y gran frontman (Mark Osegueda) que bastó de sobra para animar al público. Este grupo es de esos que conviene muchísimo ver en concierto, ya que tienen un directo que suena incluso mejor que sus álbumes de estudio.
No perdieron el tiempo para regalarnos una sucesión de temazos como Agressor (magníficos solos de guitarra a cargo de Rob Cavestany y Ted Aguilar), Claws in so Deep, The Moth o el coreado The Dream Calls for Blood.
Sin bajar el nivel de energía ni parar un solo minuto salvo para agradecer al público madrileño, finalizaron entre abrazos tras cerrar con el increíble The ultra violence en combinación con Thrown to the Wolves. Un comienzo de cartel arrollador, sin duda.
Pocos segundos antes de las 20h y tras varias pruebas de sonido comenzó a sonar Alcohol, Alcohol, Alcohol de Los Inhumanos. Abrían así los veteranos Exodus, entrando con un Body Harvest un tanto atropellado debido a fallos del micrófono que hicieron que la voz de Steve Souza se perdiera entre el efectivo dúo de guitarras de Gary Holt y Lee Altus. Dicho fallo no se solucionó hasta Deliver Us to Evil, momento en el que el vocalista aprovechó para agradecer al entregado público madrileño. Entre las canciones interpretadas figuraron también Deathampetamine (donde especialmente Gary Holt y el batería Tom Hunting aprovecharon para lucirse con unos solos brillantes), Blacklist y Strike of the Beast.
En todo momento hicieron gala de tener un gran sentido del humor (Souza incluso habló en español al tratar de formar un “Wall of Death”) y prometieron, tras varias interacciones con el público, volver siempre a tocar a Madrid. Estamos de suerte.
Finalmente y a las 21:30 comenzaba el gran cabeza de cartel, Testament. La sala se había llenado casi completamente y sobre el escenario lucía la ilustración del próximo álbum de la banda, el esperado Titans of Creation. De nuevo, el reducido espacio no fue impedimento para que dieran un fantástico y frenético espectáculo entre juegos de luces y máquinas de humo. En lo que respecta al setlist, hubo un buen puñado de temas del The New Order, disco al que pertenece Eerie Inhabitants, con la que abrieron el concierto (en total, 5 canciones del álbum). A lo largo de hora y media, pudimos disfrutar temazos como Preacher, The Pale King o The Brotherhood of the Snake.
En también buena forma, no faltaron momentos de interacción con el público e incluso con el personal de seguridad por parte de un Chuck Billy que a ratos se confundía con un guitarrista profesional (de air guitar, en concreto). Testament cuenta con una formación de gran talento a nivel individual, y no faltaron geniales solos a cargo de los guitarristas Alex Skolnick y Eric Peterson (único miembro de la formación original), el bajo de Steve DiGiorgio y la veloz batería de Gene Hoglan.
Y aunque después de tanto thrash el concierto pudiera hacerse pesado, supieron realizar una buena combinación para que la energía no decayese en ningún momento. Ya más cerca del final tocaron el nuevo sencillo The Night of the Witch y el festivo Into the Pit, para cerrar con Disciples of the Watch, a modo de broche de este genial cartel para los amantes del Thrash más genuino.