Los 10 mejores discos de la década por Pedro Hernández
10. Science Fiction – Church of The Cosmic Skull (2018)
Mete en una batidora rock, pop, psicodelia, ABBA, Meat Loaf y sustancias alucinógenas varias, lo mezclas todo bien, lo cocinas durante unas horas, lo dejas reposar, añades una hoja de menta para aportar frescura y te lo bebes de un trago. Así es este discazo de esta banda. Su single Cold Sweat es de esos que lo escuchas una vez y lo pones con el repeat 20 veces y te vas a la cama y al dia siguiente te levantas tarareando. Un disco increíble.
9. Wasting Light – Foo Fighters (2011)
Uno de sus mejores discos de la banda junto a su primer álbum y The Colour and the Shape. Editado en 2011 arrasó con 5 Grammy (si es que estos galardones tienen algún valor hoy en día en la prostituida industria del rock).
El album fue grabado en el garaje de Dave, usando exclusivamente aparatos analógicos. Ayudando en la producción estaba Butch Vig, productor del Never Mind de Nirvana y baterista de Garbage.
En su día puso patas arriba a la escena pues se llevó toda la gloria de aquel año sin necesidad de recurrir a las actuales megaproducciones grabadas Londres, mezcladas en Los Angeles, editadas en un estudio con spa y embarcadero en alguna isla de la Bahamas (que es lo que viene siendo habitual en bandas actuales donde todo suena perfecto, vacío e indiferente).
8. I’m with you – Red Hot Chilli Peppers (2011)
Pensareis que me he vuelto loco… ¿Un disco de RHCP sin Frusciante entre mi top 10 de la década? Si, lo sé, suena raro… pero hay que verlo desde un punto de vista distinto.
Cualquier disco de RHCP sin John es peor que el mejor disco de RHCP con otro guitarrista, esto es así. Pero en este disco Rick Rubin supo aplicar la inteligencia y la experiencia al mando de la producción y sacó lo mejor de la banda (incluyendo algunas bases con tintes electrónicos) y, aprovechando que estamos ante una de las mejores bases rítmicas en activo, Rick hizo su magia.
Es cierto que las canciones de este disco en directo se mueren, son temas muy producidos con un montón de «cositas» que suenan por detrás… pero no estamos juzgando los mejores directos de la década sino los mejores discos… Como disco es excelente, lo puedes escuchar mil veces y sacar algo nuevo cada vez.
7. Prequelle – Ghost (2018)
Si, lo sé, seguramente no sea un disco para estar en el número 7 de la década, al menos si lo entendemos desde un punto de vista meramente musical, pero este disco va mucho más allá.
La banda sueca ha conseguido algo con lo que muchos otros soñaron y es acercar satanismo musical a las masas y haciendo que hasta resulte agradable y fácil de escuchar. Porque realmente el éxito del satanismo radica en llegar a un público amplio.
Es relativamente sencillo hacer un grupo satánico e ir tocando por salas oscuras delante de 200 personas, pero llenar estadios e ir de gira con Metallica son palabras mayores. Además, veo de justicia atribuir a este disco un nuevo género musical, el pop satánico, y es que temas como Rats o Dance Macabre te los firma Robbie Williams o Lady Gaga y te los crees. Incluso como banda sonora de Dirty Dancing también tendrían cabida… y como colofón, añadimos la tremenda campaña de marketing con videos en youtube a modo de culebrón, y las coreografías del cardenal con bailarinas, y estamos ante algo realmente único, y eso es algo muy difícil de conseguir hoy en día, mucho.
6. Blow Your Mind – Wilko Johnson (2018)
Wilko, un guitarrista con un estilo único. Una leyenda del R&B británico, icono de los 70, cuenta con su propio modelo de guitarra Fender y una de las mayores influencias del rock actual para muchas bandas… Con esa tarjeta de presentación y, si tenemos en cuenta que llevaba 30 años sin sacar un disco con material nuevo, es fácil adivinar que este disco puede ser algo especial…
Sumemos a todo lo anterior que el bueno de Wilko fue diagnosticado de un cáncer de páncreas terminal con una esperanza de supervivencia inferior al 1%. Tras recibir la sentencia de muerte del médico, un milagro le salvó y le dio una segunda oportunidad, convirtiendo el que iba a ser su último disco en una nueva esperanza.
¿Os imagináis que otros iconos de la guitarra fallecidos hubieran tenido una bola extra? Pues Blow Your Mind es la bola extra de Wilko. Un trabajo que necesita de los antecedentes descritos para ser entendida su magnitud. Wilko, un tipo sencillo, una lección de vida y música.
5. The Pale Emperor – Marilyn Manson (2015)
Tras un largo viaje a lo más profundo de sus infiernos, una separación de Dita Von Teese que le llevó a una profunda depresión y una espiral de autodestrucción, Brian Warner, más conocido como Marilyn Manson dio un golpe encima de la mesa y cual ave fénix resucitó del fuego que le consumía para volver a enfundarse los trajes de Jean Paul Gaultier. Se echó unas gotas de perfume de arrogancia y pego una patada en la puerta.
Un disco autoproducido con la ayuda de Tyler Bates donde podemos disfrutar de sonidos electrónicos y una impecable mezcla demostrando que los años que pasó con Trent Reznor, no sólo fueron un desfase de alcohol y drogas, sino que le sirvió para aprender mucho del maestro.
Este single ya vale más que la discografía completa de muchas otras bandas. Y decidió hacer un videoclip a la altura, con palmitas incluidas al más puro estilo hit de los Beatles pero siniestro, una coreografía que bien podría firmar Tarantino y un tema que básicamente es un Riff que se repite. Porque cuando das con el riff bueno puedes permitirte hacer estas cosas.
Un gran disco de un tipo extremedamente inteligente con una vida tortuosa. Viendo este videoclip con la perspectiva que te da 2019 me hace plantearme si no merecería un papel de Joker en la próxima de Batman…
4. Head Down – Rival Sons (2012)
Rival Sons seguramente sean de las bandas más necesarias de los últimos años.
Su rock a mitad de camino entre los años 70 y el rock sureño no se puede tildar de novedoso, pero cuando se hace con tanto gusto y tanta calidad como Rival Sons hace que nos encontremos ante una delicatesen.
Su tercer disco, Head Down, seguramente sea el mejor hasta la fecha, no tiene ni un solo riff malo de guitarra (Scott Holiday es un tremendo guitarrista de la vieja escuela) y Jay Buchanan canta como quiere, porque puede.
Los más críticos con la banda intentaban compararla con Led Zeppelin, algo con lo que nunca estuve de acuerdo, porque tienen tanto de Zeppelin como lo pueden tener de Black Crowes. Por suerte para todos, salieron Greta Van Fleet (que estos sí que son una fotocopia de Zeppelin) y Rival Sons pudieron librarse de la etiqueta y seguir haciendo discazos como este estupendo Head Down.
https://youtu.be/-ijOlAR3zs8
3. 13 – Black Sabbath (2013)
Son Black Sabbath, suena a Black Sabbath, es lento, pesado, con riffs antológicos, con Ozzy haciendo el Ozzy, con Mr Iommi sonando como nunca (o como siempre), con Butler llevando el peso del disco y Brad Wilk de Rage Against the Machine a la batería sin que apenas echemos en falta a Bill Ward.
Producido por Rick Rubin, como alguno más de este top 10.
Un disco que guarda ciertas similitudes con el primer trabajo de Sabbath y que fue el primer disco de Metal de la historia. 13 supone la despedida de una banda histórica, única, irrepetible, de las 10 mejores bandas de la historia… ¿Qué más necesitas para incluirlo en un top 10?
2. Blackstar – David Bowie (2016)
Por derecho propio, por ser el último de este genio que se marchó, por su producción, por su sonido, por absolutamente todo.
Una obra maestra donde se mezcla rock, pop, psicodelia, jazz y todo envuelto en un manto de terciopelo como es la voz del gran Duque Blanco pero rompiendo con todo lo anterior.
No es un disco fácil de escuchar, como cualquier gran disco, requiere varias escuchas espaciadas en el tiempo para poder entenderlo y sacar todos los matices. Por todo ello debe estar cualquier colección de discos que se precie.
1. Slowhand at 70 Live at the Royal Albert Hall – Eric Clapton (2015)
Vale, es un disco en directo. Vale no es nada nuevo. Pero es un disco ¿no?, ¿De los mejores de la década? Si, sin duda.
Dejadme presentar primero la situación en el que fue grabado. Imagina por un momento que eres Eric Clapton, la gente te llama Dios, eres uno de los 3 mejores guitarristas de la historia junto con Hendrix y Page, cumples 70 años y decides celebrarlo en el Templo del rock por excelencia, el Royal Albert Hall, dando un concierto diario durante una semana. Hasta ahí todo bien ¿no?
Ahora explico la otra parte menos agradable: Resulta que tu mejor disco lo grabaste en directo en el 92, un año después de morir tu hijo, tocando con el alma destrozada, y creaste una canción para la historia como Tears in Heaven. Pasan más de 20 años y has superado aquello como buenamente puedes. El médico te diagnostica una enfermedad que te impide tocar sin un inmenso dolor en las manos. Pero pese a ello decides subirte al escenario más importante del mundo porque es tu cumpleaños y, cuando te armas de valor, te dicen pocas horas antes de subir que tu mejor amigo ha fallecido, y se te cae el mundo encima….
El Blues es sentimiento, surgió del sufrimiento, como una especie de oración para sanar los cuerpos y almas heridas por una vida tortuosa, una especie de auto terapia donde lo realmente importante es aquello que sale desde dentro…
Tuve la enorme suerte de estar presente aquel día en el Royal Albert Hall. Recuerdo como si fuera ayer cómo Clapton salió solo al escenario, cabizbajo, sin guitarra. Se dirigió al micro caminando con paso lento y todo el teatro aguantó la respiración al pensar que Clapton diría que no podía tocar ese día por la muerte de BB King y que cancelaba el concierto (algo perfectamente comprensible)…
Pero no. El alma de negro de este bluesman blanco sacó fuerzas de flaqueza una vez más y Clapton dijo: “Este concierto va dedicado de principio a fin a BB, mi maestro, mi mejor amigo, una gran persona” y se retiró a por su guitarra. Lo siguiente fueron las 2 horas de música más maravillosas que escucharé en mi vida.
El disco incluye cortes de ese día y de alguno de los otros conciertos de esa semana. Un disco único, irrepetible, un directo para la historia y por eso merece este primer puesto de mis 10 discos de la década.