The Lunar Injection Kool Aid Eclipse Conspirancy
Rob Zombie
es un tipo lleno de creatividad e ingenio cuya mente no cesa ni un instante de poner en práctica de manera pasional aquello que más le motiva. Después de cinco años sin publicar nuevas canciones y donde ha estado más centrado en su carrera como director cinematográfico facturando dos films de escasa repercusión y dudosa calidad vuelve a la palestra con un disco bajo el brazo de título interminable llamado The Lunar Injection Kool Aid Eclipse Conspirancy. Continúan a su lado los mismos músicos ya consolidados como banda de los últimos diez años con John 5 a la guitarra, Piggy D. al bajo y Ginger Fish a la batería.
Cuarenta y cinco minutos llenos de lo habitual con bastantes intros que enlazan con las canciones dando a los fans del músico una buena ración de lo que mejor sabe hacer sin tampoco aventurarse en experimentos extraños.
El single de adelanto fue The Triumph of King Freak (a crypt of preservation and superstition) con todos esos elementos de metal industrial proporcionando una atmósfera adecuada para moverse sin parar. Lo que más choca en esta ocasión es que la canción finaliza con un sonido muy funky que puede descolocar algo al personal. Otro corte singular es 18th Century Cannibals, excitable morlocks and one way ticket on the ghost train donde aparecen armónicas y ritmos muy country pasados por el filtro de la sonoridad de Zombie.
El segundo single fue The eternal struggels of the howling man donde la velocidad y el vértigo sonoro continúan ahí sin dar tregua ni un instante. Otras canciones que también llaman la atención son la relajada The much talked of metamorphosis, Get loose que podría pasar por un clásico del repertorio del artista o Crow killer Blues que cierra el álbum y pone punto final dejando un sabor de boca relativamente satisfactorio.
No voy a negar que Rob Zombie fue factor imprescindible en la carrera de su anterior banda White Zombie pero esa creatividad innovadora y frescura musical en sus composiciones no causa el mismo efecto según mi opinión que se producía en el pasado. Los músicos que lo acompañan son de calidad contrastada pero la banda que tenía en aquellos años aportaba algo más importante que solo hacer sonar sus instrumentos. Eran una apisonadora.