Los madrileños Sôber tras cuatro años han publicado con el sello El Dromedario Records, su undécimo trabajo bajo el título de E-L-EG-Í-A “Siempre que hacemos un disco es porque tenemos canciones que nos tocan el corazón, que nos apasionan, y por eso hemos tardado este tiempo”.
Grabado de nuevo en Cube Studios y producido por Alberto Seara y Carlos Escobedo, hemos charlado con este último sobre todo lo que nos ha querido contar.
Lo primero gracias por vuestro tiempo ¿Cómo estáis y cómo ha ido este año largo raro?
Poco a poco vamos superando estos momentos, entre medias hemos sacamos el DVD y Blue Ray de Paradysso.
Podemos considerarnos afortunados ya que fuimos casi los últimos en irnos, tocamos en Las Ventas el 7 de marzo y hemos sido los primeros en tocar sin mascarillas. El pasado 26 de junio en Madrid pudimos ofrecer el primer concierto en grande, algo más permisivo, con la gente levantada y pudiendo acercarse a la barra, da mucha satisfacción ver un poco de movimiento.
Este año nos ha cortado a todos, porque siempre tenemos cosas en mente y bolos te gusta hacer, pero no nos ha fastidiado mucho los planes como a otras bandas que las pilló con disco recién sacado y a punto de empezar gira.
intenté hacer un concierto el verano pasado en una plaza de toros y mientras a mí me estaban dando un aforo de quinientas personas, para los toros el aforo era de cinco mil, no entendía la diferencia, la gente que manda no ha tenido equidad.
El mundo de la cultura en general y de la música en particular ha sido de los más castigados e ignorados, ¿Cuál es vuestra opinión de la gestión realizada?
Ha sido muy triste ver como se ha tratado a la cultura, que es donde todos nos refugiamos cuando tenemos algún problema o estamos tristes, porque lo que hacemos es escuchar canciones que forman parte de nuestras vidas, pero cuando la cosa se complicó y hubo que apoyar, eso dio igual.
Yo en concretó, intenté hacer un concierto el verano pasado en una plaza de toros y mientras a mí me estaban dando un aforo de quinientas personas, para los toros el aforo era de cinco mil, no entendía la diferencia, la gente que manda no ha tenido equidad.
Todos estábamos pasando un mal momento, echamos de menos por ejemplo que los ayuntamientos cedieran un recinto con un equipo y una taquilla, y que, cumpliendo las medidas de seguridad, pasaran grupos y esto hubiera circulado, a nivel local, con grupos de aquí, no estábamos hablando de eventos multitudinarios. Una pequeña apuesta hubiera estado bien, pero lo nuestro ha sido un abandono total.
Hablemos del disco, ¿Los temas ya estaban escritos, los habéis hecho durante el confinamiento?
Los temas estaban ya compuestos para grabar. Nosotros los planes ya los teníamos, y hemos podido tener la mente ocupada en el estudio durante esos meses. Hemos tenido mucho más tiempo para trabajar los detalles de producción, arreglos vocales y dar a todo una vueltecita más. Ha sido un disco muy meditado.
La portada es muy gráfica y visual, cuéntanos cómo ha sido el proceso porque es interesante y divertido.
Una portada como la de E-L-E-G-Í-A, si no tienes tiempo es inviable hacerla, ya que lleva mucho trabajo en detalle. Diana, mi hija ha hecho las ilustraciones, ella pinta en acuarela y se me ocurrió proponerle que hiciera dibujos rollo Poe, como el disco al final ha quedado oscuro me parecía apropiado el tema muerte con el cuervo. Como había tiempo de sobra, hemos trabajado canción por canción, las ha vivido desde el principio hasta el final sacando el sentimiento y reflejándolo en cada dibujo. Para las letras por ejemplo, compramos unas plumas para lograr esa tipografía especial, están hechas a mano con sus imperfecciones.
Me ha gustado mucho porque hemos trabajado mano a mano de una habitación a otra.
Eclipse por ejemplo, es uno de sus temas favoritos, ella vivió todo mi proceso de composición y no es lo mismo que cuando le cuentas la historia a un ilustrador y te propone cuatro dibujos y eliges, eso siempre es algo más frío e impersonal.
Hablemos del título, ¿por qué esa palabra y esa escritura original?
La idea de escribirlo separado, por ejemplo, fue algo estético, se me ocurrió tonteando con el móvil, me parece que rompe con el rollo artístico y le da un toque de bloque como más cuadrado.
E-L-E-G-Í-A no deja de ser el canto de lamento a la pérdida de un ser querido o de algo en general, y como estaba quedando con ese punto de oscuridad y densidad, y yo llevaba tiempo queriendo hacer una canción a los dos compañeros que han formado parte de nosotros y ya no están, Alberto Madrid y Big Simon, pues todo cuadró, hemos puesto todo el cariño para hacer un disco homenaje a ellos, de hecho hasta me he acercado más a cómo trabajábamos y componíamos con ellos.
hay canciones como Eclipse o La noche más larga que definen muy bien quien soy
¿Puede ser que sonéis más cañeros, es esto como una vuelta a los orígenes?
Después de 27 años seguimos con ese punto de ilusión y de ganas pero sin olvidarnos de dónde venimos, este disco tiene tanto de los Sôber antiguos… Puede ser que sin ser más o menos cañeros, las melodías suenen más íntimas y más oscuras, tiene un punto visceral. Las letras han sido hechas en un momento donde más me he desnudado y he contado las cosas de manera más real, son lo que siento y lo que se me pasa por la cabeza, hay canciones como Eclipse o La noche más larga que definen muy bien quien soy.
A la hora de componer, ¿te dejas llevar o piensas por ejemplo en tocar ese tema en directo o en cómo se va a grabar?
Compongo lo que me sale, sin pensar, y de ahí viene la complicación, luego una vez grabado, dices, esto ahora hay que tocarlo en directo, y vas pensando aquí este pianito hay que llevarlo un poco secuenciado y aquí hay que meter un poco de efectos. Cuando estoy haciendo el disco no me preocupo por nada, creo que eso es un error. Como productor cuando grabo veo que las bandas cometen el error de pensar en los directos, yo siempre digo, yo no hago directos, yo hago discos.
¿Cómo fue la grabación real durante el confinamiento?
Hemos ido grabando por separado venía Antonio y metía sus guitarras, venía Jorge y metía las suyas, venía Manu y se sentaba en la pecera a la batería, yo en la parte trasera y Alberto Seara a los mandos, nos traíamos hasta algo de comer, ya que no había nada abierto.
Todo ha sido muy intimista, hemos estado muy metidos en las canciones. Trabajando de forma muy directa con Javier Blanco el arreglista de voces en Elegía y en El día de la liberación por ejemplo que son rollo más réquiem. En general al estar solos, hemos currado de una manera más cercana sin nadie alrededor.
Llama la atención lo limpia y clara que suena la batería, cuéntanos cómo lo habéis hecho.
Me gusta que me hagas esta pregunta porque he tenido una buena lucha con Manu al respecto de cómo grabarlas. Hemos liberado mucho sonido, Manu es tan bueno que toca lo que esté en el disco multiplicado por cinco. Esta vez yo quería que los golpes estuvieran separados y no sonaran tan solemnes y pesados, él me decía que se aburría entre golpes, yo le pedía que se concentrara en las letras, hemos conseguido que diera un rollo de ambiente muy limpio. Con sus partes cañeras de doble bombo cuando tocaban por supuesto. El concepto ha sido que hubiese mucho aire entre todos los instrumentos, que sonaran claros para que se apreciaran todos los detalles.
Habéis grabado una versión de Eclipse con La Bien Querida, ¿Cómo surge la colaboración?
Eclipse nace con la guitarra acústica, surge esa melodía y esa letra y poco a poco se la va llevando a la parte Sôber utilizando esos medios tiempos tipo Náufrago o El viaje, son canciones que evocan ese punto épico. Y cuando la tienes en el disco piensas que en acústico al piano puede quedar bien, pero hacerlo yo solo no tiene mucho sentido. Pensé en una colaboración, intentando salirnos de lo obvio, nos olvidamos de voces cañeras de rock o metal buscando sensibilidad.
Soy amigo de Ana y un día le paso la letra y la propongo venir al estudio a escuchar el tema porque creo que su voz puede quedar genial, se acerca y fue ella la primera que dijo que probábamos y si había química genial y si no funcionaba no pasaba nada. Probamos, ella empezó a subir y decidimos que había que hacerlo. Quedamos otro día y en una mañana estaba hecha. Cuando las cosas salen así de bien, es porque son de verdad.
Aparte de como músico, como productor estarás al tanto de novedades y grupos nuevos, ¿Cómo ves el futuro?
Soy muy optimista, tenemos mucho futuro, no paramos de hacer cosas en el estudio, de ver cosas de bandas nuevas con músicos que vienen de dar muchas vueltas. Ahora mismo estamos haciendo el disco de Malatesta que son los antiguos Biotech y hacen un rollo rock alternativo power trío con unos temazos que flipan. Bon Vivant o Contrabanda son otras dos buenas bandas, que además son amigos.
Hay un montón de grupos que se están ocupando porque los discos suenen bien y esté todo bien hecho. Antes parecía que te metías en un estudio y grababas de cualquier manera. La gente hoy en día apuesta por su sonido, los grupos extranjeros suenan todos muy bien, pero aquí parecía que todo valía con tal de sacar un cd. Hay buenas bandas que van saliendo de la nada y de repente ves que van metiendo doscientas personas en una sala y tienen visualizaciones en internet bastante llamativas.
Creo que el rock o el metal o como quieras llamarlo, está resurgiendo de nuevo, hemos tenido unos años un poco más apagados pero está brotando una nueva generación de público que aprecia las cosas bien hechas. Hay promotores apostando fuerte por las bandas que suenan bien.
si no falla nada a primeros de año arrancaremos nuestra gira de salas donde podremos presentar E-L-E-G-Ï-A en condiciones y en nuestro hábitat
Con respecto al tema conciertos y gira de presentación, ¿Qué hay planeado?
De momento tocamos con Ciclonautas en Vitoria y en Murcia, en Las Noches del Malecón, que nos hace mucha ilusión y hay otro par de fechas para agosto, poco a poco vamos haciendo cosas este verano.
Respecto a la gira, si no falla nada a primeros de año arrancaremos nuestra gira de salas donde podremos presentar E-L-E-G-Ï-A en condiciones y en nuestro hábitat, con nuestro público, que no es lo mismo que un festival donde tocas para mucha gente con otras bandas y con límites de tiempo. Este disco da margen para disfrutarlo mucho en directo.
Queremos hacer algo sencillo e íntimo, la antítesis total de lo anterior, que hemos ido arropados con la sinfónica grandilocuente. Nos hemos dado cuenta en los ensayos que los cuatro solos, aunque esté mal decirlo, sonamos como una apisonadora, lo llevamos todo tan empastado que queremos ofrecer unos Sôber muy compactos y vamos a ser más sobrios de lo que veníamos haciendo hasta ahora pero cuidando los detalles, hemos cambiado equipos y demás, al final la música es nuestra devoción. Justo va a ser lo contrario, de treinta personas en un escenario con un director dando órdenes con todo milimetrado a cuatro tios defendiendo nuestras canciones con actitud y sentimiento.
Tenemos muchas ganas de encontrarnos con nuestra gente, esta vez vamos a hacer una especie de meet & greet con nuestro público. Las salas son nuestra casa y queremos que vengan nuestros invitados y recibirlos, tomarnos una cerveza antes del concierto, como la sensación de un concierto en sala no hay nada.
La prueba fue en Madrid el día 26, ver cómo dábamos tanta cera fue una pasada, hacía tiempo que no tenía esa sensación en un escenario. Este formato simple nos da libertad, los temas van cayendo y no te das ni cuenta, hubo un momento que miré, quedaba cuatro y no me lo podía creer de lo a gusto que estaba.
Decidir un setlist debe ser complicado.
Si, porque claro, hay gente que va al concierto a ver a los Sôber de siempre y quieren escuchar los temas clásicos. Vamos a intentar hacer una pequeña transición, que la gente empiece a escuchar temas nuevos y los vayan asimilando e iremos metiendo alguno más de forma suave. Si tocas seis canciones nuevas del tirón va a haber gente que se quede mirando.
Es tan complicado cerrar un setlist, el otro día metí una canción que habíamos dejado de tocar, La araña, que tiene mucho rollo en directo, sacando una de Paradysso, que con la sinfonía la hemos tocado mucho.
Nos gusta que haya representación de todos los discos, incluso estamos planteando la idea de hacer pequeños meddleys, tocando como minuto y medio de cada canción en plan homenaje a cada disco.
Venimos haciendo un setlist de dos horas con veinte temas, más tiempo, podemos, pero tampoco queremos, al final en un concierto tan largo la gente pierde intensidad. De todas formas tenemos claro que en este tema nunca va llover a gusto de todos.
¿Qué tal ha ido la preventa?
La preventa ha ido genial, estaremos en torno a unos dos mil discos vendidos, eso hoy en día es una flipada. Pusimos a la venta un pack con una camiseta y los primeros días vendimos más de 800, las camisetas se nos agotaron y tuvimos que hacer más. Con estos temas siempre vamos con calma y tan buena aceptación ha sido una sorpresa.
Nuestros fans son los mejores, con solo escuchar una o dos canciones, se han tirado a la piscina y han dicho lo queremos, en estos tiempos que con internet parece que tienes que escucharlo todo primero antes de decidirte a comprarlo es muy gratificante ver esta reacción.
el vinilo se ha editado en formato libro con lomo y tapa dura con personalidad digna de apreciar para los que todavía creen en el formato
Algo tan chulo y tan currado desde el punto de vista artístico merecía un vinilo, ¿Ha habido respuesta?
Se ha cuidado mucho el formato, el vinilo se ha editado en formato libro con lomo y tapa dura con personalidad digna de apreciar para los que todavía creen en el formato, escuchar la música y tenerlo en la mano es una sensación muy chula. Estamos teniendo un 40% de ventas en vinilo, antes andábamos por el 10%, nos parece una pasada haber tenido que hacer otra edición, es algo muy bueno.
Carlos, gracias por tus preciosas palabras, acabamos si quieres con un mensaje a la gente que nos está leyendo.
A ver si de una vez la pandemia nos abandona y nos dejan volver a donde estábamos con nuestros proyectos y nuestra música. Nos vemos en las salas.
Crónica y fotos: La Sinfonía del Paradÿsso de Sôber en Murcia