El aullido al unísono de una manada de lobos, el retumbar de un martillo que golpea contra un yunque, el doblar de unas campanas infernales, la explosión de un bombardeo que asola ciudades desde el cielo… Son sonidos inequívocos que advierten del regreso de unos Iron Curtain más rápidos, más pesados y con un imaginario más salvaje que nunca.

Si algo han demostrado los murcianos a lo largo de su ya dilatada carrera es que esgrimir como pocos el hacha del clasicismo heavymetalero no está enfrentado con la integración de diferentes elementos ni con la búsqueda de nuevos sonidos. EnSavage Dawn

(Dying Victims Productions, 2024), los murcianos vuelven a sacudir con fuerza los cimientos de la escena del heavy metal underground de corte más tradicional. Tras Danger Zone (2019), la llegada de su quinto elepé consolida una relación sólida como el acero fundido a altas temperaturas con el sello underground alemán Dying Victims, a la par que supone el reencuentro con su productor de confianza, el infalible Javi Félez. Como resultado, Iron Curtain suenan como siempre, pero mejor que nunca. Sin necesidad de florituras en los arreglos y manteniéndose fieles a los cánones del heavy metal que llevan por bandera, han depurado su sonido sin perder un ápice de autenticidad, de potencia ni de velocidad.

Como baluartes de esta propuesta y arrollador pistoletazo de salida, Devil’s Eyes, Gyspy Rocker y Thy Wolf son una oda al speed metal más desencadenado, una invitación a liberar las hordas del rock and roll con ritmos infernalmente frenéticos coronadas por unos estribillos contundentes, pegadizos y con el potencial de convertirse en himnos para ser desplegados sobre el escenario ante la fervorosa respuesta del público. En Rattlesnake, voz y bajo parecen directamente dejarse poseer por el espíritu enfervorecido de Lemmy Kilmister. Pero no solo de speed metal alimentan Iron Curtain a sus hambrientas hordas de fans. К​а​л​а​ш​н​и​к​о​в 47, la canción de mayor duración que han compuesto hasta la fecha, y Jericho Trumpet (Stuka) añaden un extra de épica con sendas propuestas de heavy metal pesado de corte bélico, largos segmentos instrumentales para mayor lucimiento de la guitarra solista y cantos de guerra para espolear a las tropas. 

En sus casi veinte años de trayectoria batallando en la árida escena del heavy metal underground, Iron Curtain han construido un imaginario propio sin dejar de rendir tributo a unos referentes de absoluto culto a través de referencias omnipresentes a Motörhead, Tank, Riot, Exciter, Jaguar, Running Wild y un largo etcétera de leyendas británicas, nórdicas, teutonas y americanas. Savage Dawn se despliega como una enciclopedia sonora del heavy metal tradicional sin ánimo revisionista en un viaje de retorno a los orígenes de Iron Curtain con una colección de canciones en las que no queda margen para los altibajos ni para los cambios de ritmo. El rumbo marcado es claro y tiene una única dirección: más velocidad, más volumen, más heavy metal.