No cabe duda alguna que, ya seas músico o simplemente aficionado, la guitarra es la base y la razón de ser de gran parte de la música del último siglo. Más aún, si hablamos del rock y el metal.
Por ello, vamos a hacer un repaso de las mejores guitarras eléctricas o, al menos, algunas de las más icónicas de la historia del rock:
Lucille – B.B. King
Empezamos hablando no de una guitarra, si no de varias. En concreto del nombre que el Rey del Blues le dio a sus guitarras, la gran mayoría de ellas Gibson. El músico puso este nombre a sus guitarras debido a un incidente que tuvo lugar en 1949 en Arkansas; en plena actuación, se provocó un incendio por culpa de dos hombre que peleaban por una mujer llamada Lucille.
Monterey Stratocaster – Jimy Hendrix
Uno de los momentos más míticos de la historia de la música es, sin lugar a dudas, aquel en el que Jimi Hendrix prendió fuego y destrozó su Fender Stratocaster en el festival de pop de Monterey de 1967. Un auténtico hito para la música en directo.
Red Special – Brian May
Corría el año 1963 cuando un joven Brian May decidió construir una nueva guitarra con la que tocar la música que escuchaba en la radio y que su vieja guitarra acústica no le permitía hacer. Gracias a la ayuda de su padre, que era ingeniero electrónico, construyeron por un módico precio, esta magnífica guitarra hecha a gusto del guitarrista y con la que tocaría los grande éxitos de Queen durante años.
Frankenstrat – Eddie Van Halen
El bueno de Eddie Van Halen quiso emular al doctor Frankenstein y así, creó una guitarra con la que combinar el sonido de una Gibson con el cuerpo de una Fender. Aunque, realmente la guitarra estaba hecha de una Stratocaster cuerpo de fresno. Aunque inicialmente la guitarra era negra, Eddie le añadió unas tiras blancas y, posteriormente, para la grabación del Van Halen II, le aportó el mítico color amarillo y negro. Finalmente, el 1979, el músico vuelve a pintarla, en esta ocasión de rojo, dejándole finalmente su mítico aspecto.
Blackie – Eric Clapton
En 1970 Eric Clapton cambió de Gibson a Fender influenciado por guitarristas como Jimi Hendrix. Por aquel entonces, el músico se encontraba en EEUU y compró seis guitarras de 1950 en una tienda de Nashville por un precio irrisorio. Tres de esas guitarras las regaló a George Harrison, Pete Townshend y Steve Winwood; las otras tres las llevó a un luthier para que cogiera las mejores partes de cada una y creara su mítica Blackie. Con ella, Clapton compuso y tocó en directo canciones como Cocaine, I Shot The Sheriff, Wonderful Tonight o Layla.
Dean – Dimebag Darrell
El añorado guitarrista de Pantera mantiene una de las imágenes más recordadas del metal reciente con sus míticas Dean pintada con diferentes motivos. El guitarrista las compraba en casas de empeños que iba visitando, hasta que en 1995 firmó contrato con Washburn.
Gibson SG – Angus Young
Es difícil imaginarse al gran Angus Young sin su mítico traje escolar, pero tampoco podemos imaginarlo sin sus míticas Gibson SG. Angus la compró tras la recomendación de su hermano Malcolm, su sonido y su facilidad a la hora de tocar le convenció y desde entonces son inseparables. De hecho, aquella primera guitarra es con la que Young ha grabado todos los discos de AC/DC, casi nada!
Arm the Homeless – Tom Morello (Rage Against the Machine)
Un joven Morello reunió dinero durante años para encargar esta guitarra a un luthier, pero el resultado no para nada de su agrado, ni estéticamente ni en cuestión de sonido. Tras desmontarla y cambiarle las piezas varias veces, dio con esta mítica Arm the Homeless, origen al sonido de Rage Against the Machine.
Se quedan muchas fuera, las Gibson Les Paul de Jimi Page o Slash, las Fender de Keith Richards o Kurt Cobain, la Gibson SG de George Harrison, la mítica Greeny que tocaran Peter Green, Gary Moore y Kirk Hammett y muchas más.
Todas ellas han sido culpables de algunas de las mejores canciones de la historia de la música reciente y nos han dado (y lo continúan haciendo) horas y horas de felicidad simplemente escuchando las notas que salían de sus cuerdas.