El 2019 ha sido un año con una agenda de primer nivel para los amantes del progresivo y adyacentes. La vuelta de Tool o giras especiales como la de Between the Buried and Me o la de King Crimson, así lo muestran. Aquí recopilo los mejores conciertos en los que he estado este año, pero no me quiero olvidar de conciertos que se quedaron a las puertas de entrar en la lista. Creo que es importante destacar los conciertos de Mark Knopfler en la Plaza de Toros de Valencia, Toundra en el Download o Nordic Giants en el Arctangent.
10. Thank You Scientist – Arctangent Festival, Bristol
Es realmente difícil ver en Europa a los estadounidenses, y tuvimos que irnos a Inglaterra para verlos. Y valió la pena. Teníamos miedo de que el sonido no fuera bueno, ya que la formación es proclive a tener un sonido inestable debido tanto a la cantidad de instrumentos como a la dificultad de sus composiciones. Nada más lejos de la realidad, ya que además de interpretar sus canciones a la perfección, las dotaron de un magnífico groove que hizo bailar hasta al más inmovil. Presentaron su irregular nuevo disco, Terraformer, pero los mejores momentos llegaron de la mano de Mr. Invisible (de las mejores canciones de 2016) y de My Famed Disappearing Act. Apunten su nombre, y no se los pierdan si vienen a España: la unión perfecta de lo más intrincado del progresivo técnico con altas dosis de musicalidad y diversión. Una meritoria décima posición para ellos. La crónica, aquí.
9. The Ocean – Sala Shoko, Madrid
A veces no hace falta pirotecnia para que todo explote. Solo una atmósfera oscura y estallidos de luz a un ritmo denso y pesado como el plomo les sirvió a los alemanes para incendiar Madrid. Con un setlist basado en su magnífico Phanerozoic I: Palaeozoic y un brillantísimo Loic Rossetti al micrófono, embelesaron a los que en la Shoko nos encontrábamos. El único pero fue la duración, ya que solo tocaron 50 minutos, ojalá vengan pronto como cabezas de cartel y podamos disfrutar más de una hora a uno de esos grupos llamados a romper barreras dentro del metal progresivo. Uno de los conciertos más intensos del curso sin ninguna duda, y que bien vale una novena plaza en mi ranking personal.
8. Cró! – Progstureo Fest, Madrid
Algo se mueve en Galicia: la metamovida. Y no podemos sino alegrarnos de tener una escena tan maravillosa y rica al alcance de la mano. La organización del Progstureo Fest trajo a uno de sus máximos exponentes a Madrid; y Cró! respondió como dios manda, dando un show inigualable. Si bien es cierto que llevan sin sacar material desde 2016, con su increíble Mounstros, no les hizo falta traer novedades para erigirse como la mejor banda de la noche. La banda viguesa tiene un estilo muy particular, cogiendo sonidos típicos de la década de los 70 y deconstruyendo los elementos característicos en una fusión actual y llena de vida. Todo esto sumado a una presencia caótica en el escenario y un público preparado para la música vanguardista fue la fusión perfecta que eleva el bolo a la meritoria octava posición de la lista. Ojalá se le den más oportunidades a este tipo de grupos, porque bien la merecen. Aquí, la crónica.
7. Maceo Parker – La Rambleta, Valencia
Maceo Parker
es de esos artistas que siempre han estado en un segundo plano pero que han encumbrado a algunas de las mayores figuras del último siglo de la música. Y es que Maceo, el saxofonista de James Brown y Prince entre otros, aún tiene energía para ser protagonista de 2h de concierto en el que la gente no puede sino bailar hasta quedar exhausto. Si bien es cierto que tal vez pecó de protagonismo en la actuación, la mayor virtud de la actuación estuvo en su carisma y en la sección rítmica de la agrupación, que mantuvieron un groove y un flow endiablado en toda la actuación, trayendo el espíritu suburbial estadounidense de la década de los 60. En definitiva, un concierto en el que uno de los padres del Funk está dos horas poniendo patas arriba un escenario. ¿Para qué más? Más que merecida séptima posición.
6. Ayreon – 013, Tilburgo
Así como en 2017 no pude sino darle la corona al mejor concierto a Arjen Lucassen y los suyos, este año, cae a la sexta posición. En esta ocasión, Tilburgo se vestía de gala para celebrar los 20 años del Into The Electric Castle: los comercios estaban volcados y había una exposición pictórica única para la ocasión. El concierto tuvo trazas para ser el mejor del año (a nivel de sonido especialmente) pero la poca química entre los cantantes y unas versiones mal elegidas lo lastraron. Aún así el montaje y juntar a artistas como Fish o Damian Wilson, tiene que ser reconocido como uno de los mejores conciertos del año. Bestial, una vez más, Ayreon.
5. Daughters – Arctangent Festival, Bristol
Tras sacar uno de los mejores álbumes de la década, You Won’t Get What You Want, y las referencias que llegaban de lo que habían hecho Daughters en el Roadburn, llegábamos al Arctangent con muchísimas ganas de verlos en su salsa. Y no defraudaron para nada. Fue el concierto más desatado y demente del año. Cuando la música habla de autodestrucción y corrupción y todo el mundo reacciona en esa dirección, público incluido, se desata la vesania. Pogos y avalanchas entre el respetable; autolesiones y muecas entre los miembros del grupo durante una hora en la que perdimos la noción de nosotros mismos. Hasta otros artistas del festival se metieron en las primeras filas a morir. Uno de los mejores conciertos que he estado nunca, y que si no fuera por la calidad de los que quedan, estaría más arriba. La crónica de este concierto, aquí.
4. Cult Of Luna – Arctangent Festival, Bristol
Cult of Luna
es de esos grupos que no te dejan indiferente. O los amas o los odias, pero su calidad en un escenario está fuera de dudas. Tras la lección que dieron en el Resu, que está destacado en los rankings de mis compañeros, pasaban por las colinas inglesas. Y que brutalidad de concierto, intensísimo. Con tan solo luces traseras, que acompañaban a la perfección las atmósferas creadas por los Cult Of Luna, los suecos hicieron un repaso a toda su carrera con temazos como Finland o I: The Weapon. Ojalá este grupo tenga en cuenta España en sus giras, porque no quiero ni imaginar lo que sería verlos en sala, y más con el A Dawn To Fear, que es para mí, el mejor disco del año. Estuvimos allí, y ampliamos ese y otros conciertos, aquí.
3. Between the Buried and Me – Sala Mon, Madrid
¡Ya era hora de ver a los americanos en una gira en condiciones! Traían a España dos sets en los que repasaban toda su carrera musical. Tocaron temas desde el disco homónimo hasta los actuales Automata I y II. Y el factor que les había fallado en anteriores visitas como era el sonido, ahora se mantuvo en un muy buen estándar. Así que estábamos frente a una situación idónea: 5 de los mejores músicos del mundo, en estado de gracia, en una sala abarrotada con un sonido perfecto. Una delicia de concierto que cerró con White Walls, uno de los himnos para el metal progresivo y extremo moderno de un disco ya generacional como es el Colors. El grupo justificó sobradamente por qué es uno de los mejores grupos de la actualidad y reclamó una presencia mayor en los escenarios europeos. No os los perdáis. Y aquí, la crónica de aquella noche.
2. Tool – Download, Madrid
¿Qué escribir de Tool que ya no se haya hecho ya? Ya hice un artículo hablando de los sentimientos que me generó este concierto, pero no está de mal recordar el aura especial que envolvió el concierto, tanto durante como a posteriori. Y es que los angelinos son hipnóticos, tanto en ejecución, en composición como a nivel de espectáculo. Láseres, pantallas, humo, focos, todo al servicio de mejorar la experiencia del respetable y no de remarcar las figuras de los artistas que ya emanaban suficiente magia. Toda una coreografía de 1 hora y media que se hizo corta, y que esperamos repetir pronto en un recinto cerrado, a ver si el año que viene se llevan mi top 1 personal.
1. King Crimson – Teatre Coliseum, Barcelona
¡Álcense ante el rey carmesí, porque su buena nueva será eterna! A veces se cumple aquello de que no hay mal que por bien no venga, y es que la cancelación del Doctor Music Festival provocó que la mítica banda de los 70 reventara el coliseum dos noches seguidas. Como si un concierto de música clásica se tratara, todos los moviles se apagaron y se produjo la magia. Fue la noche en la que Dios bajó a la tierra y se disfrazó de banda. Se el poder de las palabras que estoy usando, pero cualquier cosa que diga se queda corta de lo que allí se vivió, y es que una banda con 50 años de existencia que siga siendo tan vanguardista solo hay una: King Crimson. Con una formación con tres de los mejores baterías del mundo, con Mel Collins y Ben Levin en estado de gracia y un Fripp para el que no pasan los años no se puede esperar más que la perfección. 2 horas y media de éxtasis musical culminados en Starless, una de las canciones más míticas de la historia de la música y 21st Century Schizoid Man, con uno de los estribillos más reconocibles de siempre. No puedo sino decir que ¡Larga vida al rey Carmesí!
https://www.youtube.com/watch?v=FhKJgqxNDD8